Las razones científicas por las que nos asustamos con una película de terror
El encuentro The Science of Scary revela que la clave por la que gritamos con cada susto puede tener motivos sociales
COPE.es
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Actualizado 00:31
En la campaña previa al estreno de “Paranormal Activity”en 2007 la productora Blumhouse organizó una genial campaña de promoción junto a On Pictures en la que grababan con cámara nocturna las reacciones del público durante un pase de la película para venderla como la “película más escalofriante de la historia”. Nada nuevo y usado en tantas otras cintas como “El proyecto de la Bruja de Blair” o “Insidious”. Al margen del marketing, existen unas razones científicas para dar los clásicos “brincos” en la butaca del cine.
Esta semana en el festival de cine de Edimburgo en el encuentro The Science of Scary (La ciencia del miedo), en el que se reunieron directores de terror, escritores y neurocientíficos. Allí explicaron que el conocido como el jump scare o “brinco” es resultado de una reacción de la amígdala y que provoca dos consecuencias: o bien el sujeto busca huir o chillar.
Una experiencia que puede volverse tanto adictiva como todo lo contrario. Un aumento de la ansiedad latente o una tensión que se prolongue más allá del final del filme.
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