El mayor reto del planeta es limitar el calentamiento global a 1,5 ºC, y para lograrlo, la colaboración general es esencial, con reducciones de emisiones en todos los sectores. La Unión Europea se ha comprometido a alcanzar la neutralidad climática para 2050.

Esta firme apuesta por un futuro sostenible se materializa, entre otros muchos ámbitos, en el transporte, donde los combustibles renovables van a desempeñar un papel clave en la reducción de emisiones de CO2.

Estos combustibles se producen a partir de residuos orgánicos procedentes de la agricultura y la ganadería, restos de podas forestales y aceite de cocina usado, promoviendo de este modo la economía circular. Además, se pueden usar en los coches actuales sin necesidad de hacer cambios en el motor.

El aceite que utilizamos para cocinar puede impulsar el motor de un automóvil. A partir de aceites de cocina usados en hogares, hostelería o industria agroalimentaria se produce combustible renovable para todo tipo de vehículos

Además, los combustibles renovables son una alternativa viable para todos los segmentos de transporte. Actualmente, representan la solución más inmediata para reducir las emisiones en sectores como la aviación, el transporte marítimo y el transporte pesado por carretera, donde hoy no existe una alternativa eléctrica viable.

Y lo mejor de todo es que los combustibles renovables son ya una realidad en España. Repsol cuenta con más de 60 estaciones de servicio en la Península Ibérica que proporcionan combustible 100% renovable y planea tener 600 al finalizar el año.

Descubre más sobre los combustibles renovables en: https://www.repsol.com/es/combustibles-renovables/index.cshtml