Las tarjetas de crédito de todo el mundo dejarán de funcionar tal y como lo conocemos. El motivo es el siguiente: eliminarán la banda magnética. Empezará una gran compañía a aplicarlo, llamada Mastercard y se extenderá previsiblemente a otras. Se trata de una iniciativa que estará instaurada en Europa en el año 2024 y que llegará en 2033 a Canadá y Estados Unidos. Es a partir de esas fechas cuando ninguna tarjeta en circulación posea esa banda magnética. Desde el Banco de España han indicado que "puede ser muy tentador aplazar el pago" sin embargo recuerdan que "el aplazamiento genera siempre una deuda que al final tendrás que pagar".

Hace pocos meses, este organismo advirtió del bloqueo de las tarjetas de crédito sin previo aviso. Por eso, el Banco de España pide "no autorizar con tu PIN o la OTP que te envíen sin conocer claramente las condiciones que se te aplicarán (tipos, plazo, comisiones, TAE, cancelación anticipada, plazo de desistimiento...)" y a preguntarte "qué sucede si devuelves el producto que financiaste" si la financiación se cancela en el establecimiento en cuestión al realizar la devolución o si sigue su curso y debes ser tú el que tramite con la entidad bancaria dicha cancelación anticipada del aplazamiento.

Una banda magnética es toda aquella banda oscura que se encuentra en los abonos de transporte público, tarjetas de crédito o carnés personales que está compuesto por partículas ferromagnéticas incrustadas en una matriz de resina (generalmente epoxi) y que almacenan una cantidad de información mediante la codificación de dichas partículas. Dicho de otro modo, esta banda magnética es leída o grabada mediante contacto físico pasándola a través de una cabeza lectora gracias al fenómeno de la inducción magnética.

En las tarjetas de banda magnética puede haber tres pistas. La pista 3 es la menos conocida y a veces no se encuentra ni siquiera físicamente en la tarjeta al utilizarse una banda magnética un poco más estrecha.

El uso de las tarjetas de crédito: una tendencia en aumento

Los pagos con tarjeta en terminales punto de venta (TPV) aumentaron un 28% en el primer trimestre de 2022 en operaciones y volumen de las mismas. Además, el número de TPV aumentó un 7,8% interanual en el primer trimestre hasta alcanzar un total de 2,25 millones de terminales.

Por otro lado, cada vez se utiliza menos dinero en efectivo. La red de cajeros automáticos sufrió un recorte del 7,5% desde que estalló en nuestro país la pandemia y que supuso la desaparición de 3.777 terminales en dos años, según datos que publica el Banco de España.

Con el comienzo de la crisis sanitaria, en España había un total de 50.251 cajeros automáticos de los cuales 1.485 desaparecieron en los doce meses posteriores coincidiendo con la pandemia en su máxima expresión que dio pie al uso de los canales de banca online y al comienzo de los procesos de ajuste de empleo y oficinas de varias entidades de índole financiera. De hecho, las operaciones de retirada de dinero en efectivo se hundieron un 31,25% en 2020 con el confinamiento y la menor actividad, recuperando un 4,51% en 2021 con el levantamiento de las restricciones por la covid-19.