Ha sido una semana muy complicada en los mercados financieros. La Bolsa se ha tambaleado con mucha inestabilidad, el euro ha caído y las criptodivisas se han desplomado primero para recuperarse después. Sobre el ánimo de los inversores ha pesado el temor a los efectos que tendrán el aumento de la inflación y las subidas de tipos de interés en Estados Unidos y en Europa. El IPC se ha reducido en España en abril desde el 9,8 por ciento, hasta el 8,3. Es algo mejor de lo que se esperaba. El dato adelantado que se publicó hace un par de semanas apuntaba hacia un 8,4 por ciento. Sin embargo, la inflación subyacente, sin contabilizar ni alimentos frescos ni los precios de la energía, ha aumentado un punto, hasta el 4,4 por ciento, lo que mantiene encendidas todas las luces de alarma. El miércoles de la próxima semana se publicará el IPC de la zona euro, que se encuentra actualmente en el 7,5 por ciento. El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, ha descartado que vaya a producirse una recesión en la zona euro.

El índice Ibex 35 ha recuperado los 8.300 puntos. Ha subido un 1,68 por ciento hasta 8.338. La semana bursátil se salda con una ganancia mínima del 0,19 por ciento. En lo que va de año, la pérdida acumulada se mantiene en torno al 4,5 por ciento. Hoy han subido con especial fuerza Fluidra, solaria, Merlín y Rovi. Ganancias también en Repsol, Inditex y los bancos. Entre los valores más pequeños, destaca la subida de Técnicas Reunidas, que ha publicado beneficios en el primer trimestre, frente a los números rojos del mismo periodo del año anterior.

En el mercado de divisas la gran protagonista es la fortaleza del dólar, que ha alcanzado su cotización más alta de los últimos 20 años. El euro se cambia esta tarde por poco más de 1,04 dólares. Un dólar más caro supone mayores precios de los combustibles y eso, a su vez encarece el resto de precios, con los alimentos a la cabeza. La parte buena es que un euro débil favorece las exportaciones de las empresas europeas.

El Bitcoin termina la semana en 30.000 dólares, muy lejos ya de los 68.000 que alcanzó a finales del año pasado. Pero por encima de los 25.000 que ha tocado hace pocos días. El valor de todas las criptodivisas existentes ha pasado en seis meses de tres billones de dólares a poco más de uno.

En las materias primas el petróleo ha subido hasta 110 dólares. Hace menos de un mes se paga a menos de cien. Y se ha encarecido el gas natural, después de que se haya reducido el suministro procedente de Rusia y de Ucrania. El encarecimiento de las materias primas y la subida en paralelo del dólar frente al euro provoca un doble efecto pernicioso sobre los precios. Se encarecen los combustibles y la electricidad por partida doble. Además, un gas más caro tensa la factura de la luz. Las centrales de ciclo combinado queman esta materia prima para producir electricidad.

Los analistas de Berstein creen que puede ser buen momento para realizar una primera toma de posiciones selectiva en el mercado de acciones. Consideran que el sentimiento del mercado se ha enturbiado en exceso en las últimas semanas, por lo que puede ser buen momento para realizar compras tácticas de cara a las próximas cuatro semanas. Sin embargo, falta por saber si los inversores particulares realmente se animan a asumir riesgos. Según una encuesta realizada por JP Morgan Asset Mangement, la confianza de los inversores españoles se ha hundido a finales de marzo hasta una lectura de menos 3,7 puntos, que es su nivel más bajo de los dos últimos años. La invasión de Ucrania ha dado al traste con un año de constantes mejoras en este indicador. El nivel actual de pesimismo es parecido al que se alcanzó en plena pandemia de coronavirus. De hecho, según esta encuesta de JP, actualmente el 60 por ciento de los inversores es pesimista.