Ha entrado algo de dinero muy selectivo y con cuentagotas para algunos valores de la Bolsa tras la importante caída que sufrió ayer. Los precios de muchas acciones están en niveles de saldo, precios de derribo. Pero los inversores todavía tienen más miedo que avaricia y no se atreven a buscar oportunidades entre las numerosas gangas que ofrece el mercado.

La cautela manda. Preocupa la situación económica. Y preocupa la situación sanitaria, con esa segunda oleada de la pandemia.

El índice Ibex 35 ha bajado un 0,65 por ciento, hasta 6.648 puntos. Ayer perdió un 3 y medio por ciento. Solo han comenzado a recuperarse algunos de los valores más castigados en las últimas horas, como las empresas relacionadas con el turismo y Telefónica, pero no lo han hecho los bancos, que siguen atravesando su particular calvario.

Ha bajado el banco Santander, que aprobará en su próxima junta de accionistas, prevista para el 27 de octubre, un dividendo en efectivo de 10 céntimos por título con cargo al ejercicio en curso. Se abonará el año que viene si lo autoriza el Banco Central Europeo.

Además, el banco cántabro aprobará en su junta una ampliación de capital para repartir -en acciones- el dividendo complementario del ejercicio 2019, por un importe equivalente de 0,10 euros. Con este pago el banco completará la distribución de 20 céntimos por acción con cargo a los resultado de 2019.

Aumento en la tasa de morosidad

Hoy se ha conocido que la tasa de morosidad en el sector bancario ha aumentado en el mes de junio hasta el 4,71 por ciento, frente al 4,67 del mes anterior. Las cuentas de las entidades financieras se complicarán un poco más todavía. Según las últimas cifras de la Asociación Española de Banca, AEB, en el primer semestre, los bancos españoles sufrieron en conjunto pérdidas por 11.500 millones de euros, después de realizar provisiones por un total de 26.500 millones.

Telefónica recupera los 3 euros por acción. Reacciona después de moverse por niveles que no se veían desde hace más de 20 años. Lo último que se sabe es que la compañía va a reducir su área corporativa para ajustar el número de puestos de trabajo y ahorrar gastos. Además, Telefónica ha comenzado a comercializar equipos fotovoltaicos, al tiempo que prepara la venta de su filial en Latinoamérica que agrupa las actividades en la zona, excepto en Brasil. Ha reaccionado ACS, tras anunciar un importante contrato en Estados Unidos, en San Diego para más señas, por importe de 1.900 millones de dólares.

También empieza recuperar el resuello la aerolínea IAG después de protagonizar en los últimos meses una de las caídas más aparatosas de toda la Bolsa. La economía española sufrirá más que las demás por su mayor exposición al sector turístico, uno de los más castigados por los efectos de la pandemia y por el estancamiento de la actividad. De momento, la facturación de la industria española se ha reducido un 10,6 por ciento en julio en tasa anual. Esta cifra está lejos del desplome histórico que sufrió en abril, pero indica que la situación no mejora.

Sí parece que se aclara un poco el horizonte en Alemania. El instituto IFO ha mejorado sus estimaciones para el PIB alemán. Espera ahora una contracción del 5,2 por ciento, frente al 6,7 por ciento de caída estimada anteriormente. En el conjunto de la zona euro ha repuntado ligeramente el índice de confianza del consumidor, aunque siempre dentro de la gravedad.

Este indicador ha pasado en septiembre de una lectura de negativa de menos 14,7 puntos a menos 13,9. Es una mejora muy tenue, pero menos da una piedra. Mejor van las cosas en Estados Unidos, donde las ventas de viviendas de segunda mano han crecido en seis millones de unidades, que es su mejor dato desde hace catorce años.

Hoy Wall Street vuelve a escuchar con atención al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, que comparece de nuevo ante las Cámaras. Hoy el dólar ha ganado altura. El euro se cambia esta tarde por menos de 1,17