Los mercados se han debatido hoy entre el temor a una inminente recesión en Europa y Estados Unidos y el relativo optimismo sobre la progresiva reapertura de la economía de China. El gobierno de Pequín dará mañana más detalles sobre el ritmo de reapertura de su economía, la segunda mayor del mundo. Hoy se ha sabido que la balanza comercial de China ha reducido su superávit en noviembre. Han caído tanto las exportaciones como las importaciones. Estas cifras reflejan tanto los confinamientos por la hasta ahora férrea política de Covid cero, como la menor demanda internacional debido al enfriamiento de la actividad económica mundial.

El índice Ibex 35 cierra el miércoles en 8.290 puntos, con una pérdida del 0,5 por ciento. Mañana abrirán la Bolsa y los demás mercados financieros españoles. Los inversores han dispuesto hoy de algunas referencias de interés. La más importante es el PIB de la zona euro, que ha crecido a un ritmo del 2,3 por ciento en el tercer trimestre del año. Es una cifra dos décimas superiores a lo que esperaban los analistas, pero que se sitúa claramente por debajo del 4,2 contabilizado en el trimestre precedente. La economía europea, por tanto, se está desacelerando con cierta rapidez, mientras la inflación se mantiene en niveles preocupantes.

La producción industrial de Alemania se ha contraído una décima en octubre. Se esperaba un dato peor. La inflación en los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ha aumentado dos décimas, hasta el 10,7 por ciento, según los últimos datos conocidos. El precio de los alimentos se ha disparado a su tasa más alta desde el año 1974. La tasa subyacente, que no tiene en cuenta ni los alimentos frescos ni los productos energéticos, se mantiene en el 7,6 por ciento.

En los demás mercados destaca la volatilidad del precio del petróleo. Hoy repunta ligeramente después de varios días de enorme inestabilidad. Esta tarde el crudo tipo Brent del Mar del Norte, el que sirve como referencia en Europa, se negocia a 78 dólares por barril. Es un nivel que no se veía desde enero. Hace un par de día llegó a tocar los 88 después de que el domingo los países exportadores de crudo integrados en la OPEP y sus socios, entre los que destaca Rusia, decidieran mantener los recortes de su producción de dos millones de barriles diarios. La menor actividad económica y la caída de la demanda mundial de crudo y carburantes justifica esta decisión.

Además, el mercado petrolero estudia los posibles efectos del tope que han impuesto los grandes países occidentales al crudo procedente por barco de Rusia. Los más escépticos creen que la medida que no tendrá un efecto excesivo sobre las finanzas de Moscú, ya que la mayor parte de sus exportaciones de petróleo se dirigen hacia Turquía, India y China. Y ya se realizan a precios similares o inferiores a ese tope de 60 dólares por barril para el crudo procedente de los Urales. En respuesta, Moscú estudia imponer un precio mínimo para sus ventas internacionales de crudo.

El Tesoro ha captado hoy 3.775 millones de euros en la subasta de papel a corto plazo. La demanda ha rozado los 7.000 millones de euros. Pese a ello la tesorería pública ha tenido que elevar el rendimiento de estos activos. La rentabilidad de las letras a seis meses ha subido hasta el 2,092 por ciento, que es su nivel más alto de los últimos diez años. En la subasta anterior salieron al 2,040 por ciento. Por el contrario, ha bajado ligeramente la rentabilidad de los títulos a un año. Ha pasado del 2,565 al 2,474 por ciento. El Tesoro volverá al mercado en busca de financiación el próximo día 13. Colocará letras a 3 y 9 meses. Será su última subasta del año, ya que se ha cancelado la colocación de bonos y obligaciones que estaba prevista para el día 15. El Tesoro ha cubierto ya sus emisiones de este año.