De menos a más ha operado hoy la Bolsa. La festividad del día se ha dejado notar en forma de un menor volumen de negocio, pero no en una pérdida del impulso alcista. El índice Ibex 35 cierra el viernes en 10.223 puntos, con una mejora del 0,76 por ciento. Se han recuperado parcialmente casi todos los bancos tras el castigo que sufrieron ayer. Ha subido también con alegría Inditex, que publicará resultados el miércoles. Ganancias aunque más moderadas en las empresas energéticas ante la posibilidad de que el gobierno elimine el impuesto extraordinario que pesa sobre el sector. La semana bursátil se salda con una ganancia del 0,8 por ciento. Es su sexta semana alcista consecutiva. En lo que va de año el Ibex acumula una revalorización del 24 por ciento.

Los mercados mantienen el optimismo tras las referencias macro económicas del día. Esa mañana se ha conocido que el IPC creció en noviembre en Alemania a un ritmo anual del 3,2 por ciento, frente al 3,8 anterior. Por su parte, la tasa de paro de Estados Unidos se ha reducido dos décimas el mes pasado, hasta el 3,7 por ciento. Los analistas pronosticaban que se mantendría en el 3,9. La economía estadounidense creó en noviembre 199.000 empleos no agrícolas, frente a las 150.000 del mes anterior.

El mercado esperaba no más de 180.000. Estas cifras complican un poco la vida a la Reserva Federal, que analiza el mercado laboral como una de las variables fundamentales a la hora de establecer su política monetaria. La Fed decidirá sobre sus tipos de interés el 13 de diciembre. El BCE lo hará un día después.

En el mercado petrolero repuntan los precios después de tocar en los últimos días sus mínimos de los últimos cinco meses. Los acuerdos de la OPEP y sus socios para extender el recorte de su producción no han tenido el efecto deseado. Los mercados dan por hecho que ese compromiso se cumplirá solo a medias, ya que numerosos países de ese cártel están superando sistemáticamente sus cuotas de producción. Nigeria y Angola se han mostrado muy reticentes y ya han señalado que no cerrarán el grifo. Así que tan solo unos días después de la última ”cumbre” de la OPEP, Arabia y Rusia se han visto obligadas a tomar cartas en el asunto.

En un comunicado conjunto han instado al resto de países integrados en este cártel a que cumplan los acuerdos. La OPEP y sus socios, la llamada OPEP +, produce más de un 40 por ciento del petróleo mundial.

Arabia ha confirmado que mantendrá la reducción de sus exportaciones al menos durante el primer trimestre del año y Rusia ha asegurado que comenzará ya mismo a endurecer sus restricciones al suministro de crudo y carburantes. Estos dos países bombean cada día un 20 por ciento del crudo que se consume en el mundo. La primera derivada ha sido una subida de los precios en los mercados internacionales.

El crudo del Mar del Norte, el que sirve como referencia en Europa, se encarece hoy cerca de un 3 por ciento, supera los 76 dólares por barril. Pese a ello, los analistas creen que pronto el oro negro, que lleva bajando siete semanas, caerá a sus precios más deprimidos desde comienzos de julio. Se espera que pronto vaya a buscar la zona de los 70 dólares por barril. Esta misma semana había tocado sus niveles más bajos de los últimos cinco meses.