El mercado ha echado el freno este viernes después de anotarse la mejor racha que se recuerda en los últimos dos años. El índice Ibex 35 ha cerrado en 7.096 puntos, con baja de un 1,77 por ciento. La Bolsa ha subido un 6 por ciento en esta semana, ha ganado un 2,5 por ciento en mayo y ha reducido la caída acumulada en el año hasta el 25,60 por ciento.

Destacan hoy las caídas de Repsol, que se resiente por el descenso en el precio del petróleo, y el Banco Sabadell que cotiza en mínimos históricos. Hoy ha bajado un 9 por ciento, hasta 27 céntimos. Pérdidas importantes también en la aerolínea IAG. Por el contrario, han subido Cellnex, Iberdrola, MásMóvil y Grifols.

Hoy los inversores se han mostrado muy cautelosos, a la espera de la respuesta del presidente Trump a China, a cuenta de la nueva ley de seguridad que Pequín quiere imponer en Hong Kong. La Casa Blanca considera ahora que Hong Kong ya no es una plaza autónoma de China tras la nueva normativa que ha impuesto Pequín, por lo que podría extender sus aranceles también a la ex colonia británica. Se avecina un choque de trenes entre ambas potencias. La esperada comparecencia de Donald Trump no se había producido todavía al cierre de los mercados europeos. Los analistas de JP Morgan han moderado su optimismo sobre el comportamiento de Wall Street en el futuro a corto plazo, debido a la lenta reapertura de la economía estadounidense y a esas nuevas tensiones geopolíticas, que podrían ralentizar la recuperación del comercio mundial.

Hoy los mercados apenas han prestado atención a los datos macroeconómicos del día. El IPC de la zona euro se ha contraído una décima, frente al crecimiento del 0,3 por ciento anterior. La caída de la inflación puede obligar al Banco Central Europeo a poner sobre la mesa nuevas medidas de estímulo económico. Los analistas no descartan un aumento del programa de compra de activos. El próximo jueves celebra consejo del BCE.

También se han conocido los datos de PIB de Francia y de Italia. Ambos se han contraído más de un 5 por ciento. Son datos peores de lo que se esperaba. Dentro de casa, el déficit del Estado se ha disparado hasta 20.000 millones de euros, una cifra que equivale al 1,8 por ciento del PIB. En Japón la tasa de paro ha aumentado una décima, hasta el 2,6 por ciento, mientras la producción industrial se ha contraído un 9 por ciento. En Estados Unidos se han desplomado los gastos personales, que han caído un 13,6 por ciento, mientras los ingresos han crecido un 10,5 por ciento. Son datos de abril. Este último ha sorprendido por ser muy positivo.

En el mercado secundario de deuda pública, la prima de riesgo de España se ha situado por debajo de 100 puntos por primera vez desde marzo, al calor de ese ambicioso plan de reconstrucción que presentó ayer la CE. La rentabilidad de los bonos a diez años baja hasta el 0,54 por ciento (superaba el 1 por ciento hace un mes) lo que es una buena referencia para la próxima subasta de deuda del Tesoro, que está prevista para el jueves 4 de junio. Los analistas de Pimco, la mayor gestora de activos del mundo, pronostican que, tras la crisis del coronavirus, los inversores colocarán sus ahorros cada vez más en activos de poco riesgo, como los bonos o, simplemente, en liquidez. Los expertos de la firma esperan una recuperación de la economía global en forma de U a lo largo de los próximos seis o doce meses.

En el mercado de divisas el euro sigue firme por encima de 1,11 dólares. Y en el de materias primas, baja el precio del petróleo. Corrige parte de las subidas anteriores. El crudo Brent de Mar del Norte, que sirve de referencia en Europa, ha bajado un 1 por ciento, hasta 35,80 dólares por barril. También el petróleo tipo West Texas de Estados Unidos se ha abaratado un 1 por ciento, hasta 33,50 dólares.