Continúa la montaña rusa en las Bolsas. El descontrolado crecimiento de la pandemia de coronavirus en Europa ha provocado nuevas medidas restrictivas, con el consiguiente impacto sobre una actividad económica ya muy maltrecha. Y los mercados financieros se duelen. Las Bolsas europeas abren con números rojos. Devuelven las ganancias que consiguieron ayer. El índice Ibex 35 se deja un 1,3 por ciento tras los primeros movimientos del día. Se coloca en 6.825 puntos. Bajan casi todos los grandes valores, en especial las empresas relacionadas con el turismo, las acereras y los bancos. Pérdidas importantes también en Repsol, Inditex y Telefónica. Entre los valores más pequeños, baja ligeramente Zardoya Otis, que ha publicado resultados. Su beneficio se ha reducido un 1,1 por ciento en el tercer trimestre, hasta 102,5 millones de euros.

Hoy las referencias exteriores tampoco son buenas. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, ha enfriado las esperanzas de que se alcance antes de las elecciones un acuerdo sobre un nuevo paquete de estímulo fiscal. En realidad, ha congelado esas esperanzas y los mercados se han resentido. Dentro de casa, hoy el gobierno presentará ante Bruselas el nuevo cuadro macro económico. El Ejecutivo baraja una contracción del PIB este año del 11,2 por ciento y una recuperación de entre el 7,2 y el 9,8 por ciento en el próximo ejercicio. La reacción de la economía de un 13 por ciento en el tercer trimestre de este año no bastará para enjugar el peor comportamiento de la economía en el segundo trimestre y el esperado debilitamiento en el cuarto.

Un futuro incierto

El Fondo Monetario Internacional, según sus previsiones de otoño recién publicadas, espera una caída del PIB español de un 12,8 por ciento en este año, con una recuperación del 7,2 por ciento en 2021. Pronostica un crecimiento de la deuda pública hasta el 123 por ciento del PIB. El desequilibrio de las cuentas públicas ha superado ya en España el 110 por ciento el PIB, con lo que marca un nuevo récord. La cifra supera los 1,29 billones de euros. También el Banco de España mantiene una previsión peor que la del Ejecutivo, con una contracción esperada del 12,6 por ciento en el ejercicio en curso. Por su parte, la Comisión Europea espera una contracción del PIB español este año del 10,9 por ciento.

La panoplia de pronósticos se completa con la agencia de calificación de riesgos Standard and Poor's, que recientemente ha empeorado sus previsiones para la economía española. Espera una caída del PIB del 11,3 por ciento este año. En junio esperaba una caída inferior al 10 por ciento. Para 2021 pronostica un crecimiento del 8,2 por ciento. La agencia ha mejorado sus previsiones para Alemania y Francia. Paralelamente, los analistas de Barclays esperan que el PIB de España caiga un 10,7 por ciento este año y que se recupere un 5,4 el próximo. Barclays cree que la deuda pública alcanzará este año el 117 por ciento del PIB.

El Consejo General de Economistas, por su parte, prevé una contracción de la actividad económica en España en este año del 12,10 por ciento, frente a la caída del 11,2 por ciento que estimaba anteriormente. Ha empeorado sus proyecciones por el rebrote del coronavirus y por la mayor debilidad de la esperada en el sector turístico durante el verano. Espera una recuperación del 7,2 por ciento en el próximo ejercicio. En los últimos días, también la fundación de las Cajas de Ahorros, Funcas, la consultora Price Waterhouse Coopers y la agencia Fitch han empeorado sus previsiones para la economía española en este año.

En el mercado de deuda, la rentabilidad de las obligaciones de referencia a diez años marca nuevos mínimos en el 0,13 por ciento. Hoy el Tesoro coloca un bono a cinco años con el que espera captar 3.000 millones de euros.