El encarecimiento del crédito sigue impactando en nuestro mercado inmobiliario. El Instituto Nacional de Estadística -el INE-, constata la ralentización en la compraventa de viviendas en marzo, una pérdida de fuelle que afecta tanto a las viviendas nuevas como a las de segunda mano.

Aunque la vivienda nueva experimenta una mayor caída. Son inmuebles más caros por la subida del coste de los materiales y una mayor demanda. En marzo, se compraron unas 55.778 viviendas, un 5,7 % menos que en el mismo mes que el año anterior. Es el tercer descenso consecutivo.

La caída de operaciones fue más acusada en Navarra, Baleares, Cantabria y Madrid.

Se nota el impacto del encarecimiento del crédito en unas operaciones que, probablemente, se cerraron con un euribor en torno de 3,4 %. Niveles de enero ya que estas transacciones pueden tardar un par de meses en cerrarse.

A pesar de la ralentización, el sector inmobiliario aguanta por encima de las 50.000 compraventas. Son cifras que van a ir a la baja en los próximos meses, los portales inmobiliarios calculan una caída de las operaciones en un 15 % para este año.

La compraventa de vivienda nueva es la que sufre mayor caída

El mayor descenso en la compraventa de viviendas se ha producido en aquellas nuevas con una caída interanual del 7,5 %, hasta las 10.469 unidades.

Por su parte, las compraventas de vivienda usada, que siguen liderando el mercado al acaparar más del 80 % de las operaciones, cedieron en marzo un 5,3 % hasta las 45.309 operaciones.

No obstante, con respecto a febrero ambas experimentaron crecimientos, del 11,9 % en el caso de la vivienda de segunda mano y del 7,9 % en aquella nueva.

Con ello, en lo que va de año las compraventas de vivienda nueva acumulan una caída del 3,9 %, que se suaviza hasta el 1,6 % en el caso de la usada.

Más del 90 % de las compraventas registradas en marzo fueron de vivienda libre, 51.302 unidades, el 6 % menos que en el mismo mes del año anterior. La vivienda protegida sumó 4.476 transacciones, el 2,8 % menos que en 2022.