El coronavirus ha alterado el día a día de todo el mundo. Sin embargo, la vida continúa, y hay que seguir adelante en todo tipo de situaciones y sectores. Eso sí, la nueva normalidad inspira un sinfín de preguntas sobre asuntos cotidianos que, pandemia mediante, tienen algo desconcertados a los ciudadanos ahora mismo.

No nos referimos sólo a las medidas de seguridad de rigor en los lugares públicos o a las distintas prestaciones que están a la orden del día por la covid-19. La economía también preocupa y mucho en estos tiempos convulsos que corren, y más con los datos y previsionesque conocemos poco a poco.

En el amplio orden de cosas que incumben al dinero, encontramos la vivienda. Y, dentro de este ámbito, un asunto temido por muchos: el alquiler. Seguro que más de uno de nuestros lectores se ha preguntado cómo ha quedado este en España tras la incidencia del coronavirus.

¿Cómo está el alquiler en España en plena pandemia?

El otoño siempre es un momento de auge del alquiler, sobre todo entre los jóvenes. De ahí que este período del año resulte muy propicio para comprobar cómo están los precios en este ámbito: en circunstancias normales, el mercado se mueve lo suyo a partir de septiembre gracias al final de las vacaciones, el crecimiento de la actividad empresarial y el retorno de los universitarios.

Ahora mismo, Barcelona es la ciudad española donde el coste promedio para el alquiler de un piso de 40-50 metros cuadrados con dormitorio es más alto: 804 euros al mes. Así lo atestigua un estudio elaborado por el portal Picodi.com, en el que se valoran los datos de 28 ciudades españolas. Hospitalet de Llobregat ocupa el segundo lugar, con 777 euros de alquiler promedio al mes, y Madrid y Bilbao van justo después, con 772 y 768 euros respectivamente.

Vitoria también está por encima de los 700 euros al mes (702), con Valencia y Gran Canaria ya por debajo (687 y 686 respectivamente). Sevilla, Tenerife, Málaga, Alicante, La Coruña, Valladolid, Santander, Zaragoza y Gijón demuestran que lo más común es encontrarse un alquiler al mes superior a los 500 euros (entre todas estas urbes, manda la capital andaluza, con 597).

Los precios más asequibles empiezan a llegar al fijarse en Murcia, Granada, Vigo, Córdoba, Logroño, Elche, Toledo, Oviedo y Pamplona. Allí, el precio se mueve a partir de los 400 euros, aunque los alquileres más baratos se encuentran en otras dos ciudades: Mérida (336) y Santiago de Compostela (385).

Mérida es precisamente la ciudad con mejor relación entre el coste del alquiler y el ingreso mensual promedio de una familia de dos personas: los inquilinos sólo gastan un 13,8% de sus ingresos en el alquiler. En Pamplona (idéntico 13,8%) y Santiago (14,3%) también se da una buena proporción.

Sorprende descubrir que el lugar donde más ingresos se gastan en el alquiler no es Madrid ni Barcelona, sino Las Palmas de Gran Canaria: un 27,2%. Eso sí, la ciudad catalana es segunda en esa estadística (26%), con Valencia en tercer lugar (25,3%).