Hablar del Mobile World Congress es hablar de futuro y tecnología, pero también de oportunidades. Es la ocasión perfecta para que, la ciudad que lo alberga y que acoge a sus visitantes, muestre sus mejores galas que serán observadas por todo el planeta. Barcelona ha sido, sin duda alguna, un escenario perfecto hasta los últimos años. A las tensiones en las calles por la deriva independentista se ha unido el afán protagonista de su alcaldesa, Ada Colau, que con una crítica al 5G ha iniciado una polémica que puede poner en riesgo futuras ediciones del famoso congreso en la Ciudad Condal.

La propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha aprovechado la grieta abierta por Colau para expresar los intereses de la capital de España de pelear por albergar el Mobile World Congress. Esto, podría suponer un gran varapalo a las finanzas barcelonesas. Las cifras hablan por sí solas. Habitualmente el congreso tecnológico suele atraer alrededor de unos 108.000 asistentes, cifra registrada durante los últimos años. Personas que aterrizan en Barcelona desde más de 200 países distintos, y que suponen un impacto económico de 471 millones de euros, según datos de la organización. Además, suele contar con alrededor de más 2.000 empresas expositoras, y más de 170 delegaciones internacionales, que acaban generando cerca de 13.000 empleos temporales.

HOTELES LLENOS

Por no hablar de la ocupación hotelera, para la que el congreso supone, según datos del Gremio de Hoteles de Barcelona, establecimientos llenos durante los cuatro días que dura el evento, así como una alta ocupación para el fin de semana anterior como para el posterior.

Otra de las opciones para alojarse es la plataforma Airbnb, que según indicaba el año pasado, esperaba que 45.000 personas utilizasen la plataforma para alojarse en la capital catalana durante la feria del móvil, lo que supondría un impacto económico de casi 40 millones de euros.

RESTAURACIÓN Y OCIO

Por su parte, el Gremio de Restauració de Barcelona señalaba en 2019 que el gasto en restauración de los congresistas durante las cuatro noches del salón se estimaba en 20 millones de euros, cantidad que se elevaría hasta los 30 millones si se sumaban almuerzos y días previos y posteriores al MWC.

En resumen, cientos de millones de euros que son un gran aliciente para la ciudad que da cabida al evento. Sin olvidar, de la promoción exterior que supone ver a Barcelona como una ciudad tecnológica y de futuro. Aspectos, que sin ningún genero de dudas, ninguna ciudad querría perder.