Muchos inversores continúan siendo optimistas. Los analistas técnicos sitúan el techo a corto plazo, el listón a batir, en los 9.400 puntos del Ibex. Hoy ha cerrado en 9.273 con baja de un 0,12 por ciento. Por encima podría abrirse un periodo alcista siempre y cuando acompañen los resultados empresariales, mejore la situación geopolítica y ayuden los grandes bancos centrales.

Mañana el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, realizará la primera de sus comparecencias de esta semana ante el Congreso y el Senado estadounidense. 

En las últimas horas se han enfriado los ánimos y las expectativas de una inminente y agresiva reducción en el precio del dinero. Las importantes cifras de creación de empleo que se publicaron el viernes en Estados Unidos le han quitado presión a la Reserva. Faltan por saber los datos de inflación en EEUU que se publicarán el jueves.

Con estas cifras y con las palabras de Powell los inversores tratarán de hacerse una composición de lugar sobre lo que puede esperarse de los tipos de interés en el futuro a corto o medio plazo.

Todavía hay quien espera una rebaja de un cuarto de punto a finales de este mismo mes, aunque la mayor parte de los expertos esperan esa medida en septiembre. Los datos puros y duros justificarían un retraso, a pesar de que el presidente Trump y los propios mercados están presionando con intensidad para que el banco central estadounidense no se demore.  

La Reserva decidirá sobre el precio del dinero el día 31 y el BCE lo hará poco antes, el día el 25.

Hoy los mercados no han dispuesto de grandes referencias macro económicas.  Tan sólo se han publicado las ventas al por menor en Italia, que han mostrado un empeoramiento.

Se han contraído siete décimas, frente a las tres décimas negativas contabilizadas un mes antes.  

En el parqué de la Bolsa los vendedores han vuelto a castigar a las empresas gasistas, en especial a Enagás, aunque algunas compañías, como Naturgy, ya han comenzado a dibujar un suelo.

El gobierno quiere reducir en más de 5.000 millones de euros las cantidades que ingresan las empresas energéticas por sus redes de distribución de gas y electricidad.  Esta medida afecta también entre otras a Red Eléctrica, Iberdrola y Endesa.

Los grandes fondos internacionales de inversión tienen importantes paquetes de títulos energéticos, por lo que esta situación está afectando de forma directa a numerosos inversores. 

 
En el resto del mercado, han subido Inditex, Cellnex y Telefónica, pero han flojeado los bancos grandes y, sobre todo, se han tambaleado las acereras, con caídas importantes en Arcelor y Acerinox.

Los mercados esperan noticias sobre la nueva ronda de conversaciones comerciales entre China y Estados Unidos, que no acaban de llegar. Entre los valores más pequeños, ha destacado la subida de Duro Felguera, que mañana realizará su “contra split” o agrupamiento de acciones en la proporción de cincuenta por una.

La cotización pasará de 0,009 euros a la zona de los 0,45. 

En el mercado de deuda, hoy el Tesoro ha dado una vuelta de tuerca más a los inversores que colocan su dinero en activos públicos a corto plazo. En la subasta de letras a 6 y 12 meses, la tesorería estatal ha profundizado en las rentabilidades negativas.

Ya cobra un 0,49 por ciento a los ahorradores que compran letras a medio año y un 0,46 a los que prefieren títulos a 12 meses. El Tesoro, de hecho, ya ofrece rentabilidad negativa, ya cobra a los inversores que colocan su dinero en activos con vencimiento hasta siete años.

En el mercado secundario, rendimiento de los bonos españoles a diez años se sitúa en el 0,43 por ciento, cuando la pasada semana llegó a marcar un mínimo histórico en el 0,20 por ciento.

La prima de riesgo de España roza los 80 puntos. La de Italia supera los 200 y la de Grecia, tras el vuelco electoral del domingo, mejora a 250 puntos. Los bonos griegos a diez años ofrecen un rendimiento del 2,19 por ciento, solo un poco más que los de Estados Unidos al mismo plazo. Ver para creer.