El Gobierno andaluz ha asegurado este martes las "máximas garantías medioambientales" en la apertura de la nueva mina de Aznalcóllar (Sevilla) y ha apostillado que no se va a verter al Guadalquivir "ni un solo litro de agua" sin depurar.

El Ejecutivo autonómico se ha pronunciado así al ser preguntado por el escrito registrado por una treintena de colectivos de diversa índole para rechazar la apertura de la mina ante el peligro de que lleve implícito un vertido tóxico al río Guadalquivir.

El portavoz del Ejecutivo, Ramón Fernández-Pacheco, que ha comparecido en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno, ha pedido que nadie piense que las aguas residuales que salgan de la mina se van a verter al Guadalquivir, ya que serán "siempre" depuradas.

Ha dicho que se puede tener "la tranquilidad" de que la apertura de la mina tendrá las máximas garantías porque son muchas las consejerías que han "escrutado" el proyecto "hasta el último detalle".

Fernández-Pacheco considera "muy respetable" la opinión de las organizaciones ecologistas, pero cree que la posición de los técnicos de la Junta que "han visado" el proyecto es, "por lo menos, igual de válida".

Ha insistido en que habrá diferentes puntos de control y que no se verterá nada al Guadalquivir hasta que la estación depuradora esté en funcionamiento.

Ha explicado que el 80 por ciento de las aguas residuales se van a reutilizar para asegurar los procesos de extracción y el 20 por ciento restante será depurado "con las máximas garantías" y las últimas tecnologías disponibles.

La Junta ha recordado que no es la reapertura de la mina, sino que se trata de un nuevo proyecto "que no tiene nada que ver" con el que originó el vertido tóxico en 1998, entre otras cosas porque las balsas de lodo, que generaron ese desastre, están prohibidas.