Mucha volatilidad y muchos recelos también hoy en los mercados. La Bolsa ha cerrado entre dos aguas. El índice Ibex 35 termina el día en 7.442 puntos, con una pérdida del 0,05 por ciento. Por poco, pero firma su séptima caída consecutiva. A media sesión ha llegado a perder los 7.300 puntos. La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha reafirmado hoy su compromiso con el control de la inflación, a pesar de que las subidas de tipos de interés lastrarán el crecimiento económico. No es buen caldo de cultivo ni para el ahorro ni para la inversión. Mañana se publicarán los datos de inflación de Alemania y de España. El viernes se conocerán los del conjunto de la zona euro. Son los datos preliminares referidos a septiembre. Son referencias de gran peso, ya que la lucha contra la febril subida de los precios ha obligado a los grandes bancos centrales a endurecer mucho y muy deprisa su política monetaria.

Según los últimos datos conocidos, el IPC de España se encuentra en el 10,5 por ciento. En Alemania el IPC roza el 8 por ciento y en la eurozona alcanzó en agosto el 9,1 por ciento. Mañana se publicará el PIB de Estados Unidos. El viernes lo mercados tienen cita con el deflactor de consumo privado en aquél país. Es uno de los indicadores de inflación que más vigila la Reserva Federal.

Las subidas de tipos de interés complican la financiación de los países con un mayor ratio de deuda pública. La de Grecia alcanza el 190 por ciento de su PIB, la de Italia supera el 150 y el endeudamiento de España alcanza ya el 117 por ciento. Con el precio del dinero al alza en medio mundo, se encarece la financiación del déficit. Las obligaciones españolas a diez años ofrecen un 3,35 por ciento esta tarde. Las de Italia rinden un 4,58 y cerca de un 5 las de Grecia. El rendimiento de la deuda alemana a diez años está en su nivel más alto desde 2011. La deuda de Estados Unidos supera los 30 billones de dólares, cuando hace dos años apenas superaba los 20 billones.

El rendimiento de los bonos estadounidenses a diez años han llegado sobrepasar el 4 por ciento en las últimas horas. Esta tarde se repliega hasta el 3,80 por ciento.

El dólar se mueve en su nivel más alto de los últimos veinte años. Hoy el euro se cambia por 0,96 dólares, mientras la libra esterlina lo hace por poco más de un dólar. Es su peor cotización de la historia. La debilidad de la economía del Reino Unido y los planes de estímulo de la nueva primera ministra británica van a exigir un mayor endeudamiento, lo que explica la caída de los bonos y de la moneda del país. El Banco de Inglaterra ha anunciado que comprará masivamente bonos británicos. Mantendrá las adquisiciones hasta mediados de octubre. La rentabilidad de los bonos británicos a diez años ha superado hoy el 4 por ciento. Es un nivel que no se veía desde 2012.

Además, el banco central británico ha asegurado que elevará el precio del dinero cuanto sea necesario para devolver la inflación hasta el objetivo del 2 por ciento. Es un objetivo que comparte con el BCE y la Reserva Federal. Quiere frenar la escalada de la rentabilidad de su deuda para evitar un mayor coste de financiación. Además, quiere evitar que empeoren las condiciones de crédito para las familias y para las empresas. La depreciación de la libra encarece el precio de los productos energéticos, que se pagan en dólares. Se encarecen en general todas las importaciones, lo que contribuye a aumentar una inflación que ya está desbocada.