El índice Ibex 35 cierra el jueves en 10.140 puntos, con una pérdida del 1 por ciento. Los bancos han lastrado hoy al conjunto del mercado. Y lo han hecho con el mismo ímpetu con el que en días anteriores apadrinaban las ganancias. Caixabank, Sabadell, Bankinter y Unicaja han sido los más castigados. También Santander y BBVA han cerrado claramente en rojo. Empieza a impactar sobre el sector financiero la impresión de que el precio del dinero bajará ya al final de la próxima primavera. Hasta ahora los mercados cotizaban un escenario marcado por tipos de interés altos durante mucho tiempo. Hoy se ha conocido que el PIB de la zona euro se ha contraído una décima en tercer trimestre respecto al segundo, lo que aumenta las probabilidades de que se adelanten los primeros recortes de tipos.

Los analistas del banco holandés ING creen que el punto de inflación se producirá en el segundo trimestre del año próximo. Esperan que tanto el Banco Central Europeo como la Reserva Federal de Estados Unidos reduzcan el precio del dinero en 150 puntos básicos en 2024 y en otros 100 en los primeros compases de 2025. Para el BCE pronostican recortes de 75 puntos básicos cada trimestre a partir de junio del próximo ejercicio. Paralelamente, los analistas del banco naranja estiman que en el caso del Banco de Inglaterra se produzcan recortes de tipos a un ritmo de 100 puntos básicos el año que viene y otros tantos al siguiente.

Y hay otro factor que presiona a los bancos. El vicepresidente de Banco Central Europeo, Luis de Guindos, aseguró hace unos días que el sector financiero de la zona euro se encuentra en un momento de fragilidad. Considera que los bancos tendrán que incrementar sus provisiones para cubrir posibles riesgos derivados de la menor actividad económica. La agencia Moody´s de calificación de riesgos ha advertido de que el año próximo será “más duro” para la banca debido al enfriamiento del crecimiento económico. Las entidades financieras europeas tendrán que digerir la menor concesión de créditos, la necesidad de mayores provisiones y los altos costes de financiación. Además, en España pesarán los impuestos especiales que el gobierno aplica al sector.

El otro gran foco de atención en los mercados ha sido la subasta de deuda que ha realizado el Tesoro español. La rentabilidad de los bonos a seis años se ha reducido hasta el 2,831 por ciento desde el 3,334 de la subasta anterior. Es la primera vez desde diciembre de 2022 que los títulos a este plazo ofrecen menos de un 3 por ciento. Por su parte, las obligaciones con vencimiento a 15 años han salido con un rendimiento del 3,589 por ciento, frente al 3,726 de la anterior colocación.

La última subasta de deuda del año tendrá lugar el martes 12. El Tesoro venderá ese día letras a 3 y 9 meses. La tesorería pública finalmente ha suspendido la venta de bonos y obligaciones que estaba prevista para el día 14. El pasado martes el Tesoro español vendió letras a 6 y 12 meses, que son las preferidas por los ahorradores. Las familias tienen en su poder más de 23.000 millones de euros en letras. Estos títulos salieron con una rentabilidad del 3,62 y del 3,327 por ciento, respectivamente. En ambos casos su rendimiento ha bajado de forma importante respecto a la subasta anterior (3,747 y 3,630 por ciento).