A falta de dos días para dar por terminado el mes de julio, el Instituto Nacional de Estadística (INE), publica este viernes el dato adelantado del Índice de Precios de Consumo (IPC) de este mes, una cifra que, salvo sorpresa, va a seguir la tendencia al alza de los últimos meses y se situará, según lo esperado, en los dos dígitos.

En el mes de junio, la inflación se disparó hasta el 10,2% en tasa anual, situándose así en su nivel más alto desde abril de 1985. Un incremento un punto y medio superior al de mayo, que cerró en el 8,7%. A efectos prácticos, estos datos reflejan que la vida se ha encarecido un 10% respecto a hace un año, una subida generaliza en los precios que no se está viendo reflejada en los salarios.

El aumento en un 40% del precio de los carburantes y del 12% en los alimentos frescos, son los principales responsables de esta subida desbocada que, por ahora, parece no tener fin. Sin embargo, dejando a un lado la energía y los productos frescos de la cesta de la compra, el IPC subyacente también muestra un incremento. En este caso, en el mes de junio se quedó en el 5,5%, la tasa más elevada desde agosto de 1993. En este grupo se incluyen los restaurantes y hoteles, que tan visitados están siendo estas semanas.

Hay que recordar que el dato que conoceremos este viernes, es un porcentaje adelantado, que puede no corresponderse, de manera exacta con el definitivo, aunque sí servirá para hacernos una idea de cómo se han comportado los precios en un mes de pleno verano, con una importante parte de los españoles disfrutando de las primeras vacaciones sin restricciones tras la pandemia. En cuanto a los salarios, el ritmo medio de subida es del 2,5%, lo que supone una notable pérdida de poder adquisitivo, ya que la inflación supone cuatro veces el aumento en los sueldos.

España, por encima de la media europea

En Europa, la inflación también está desbocada, aunque los datos de España se sitúan por encima de la media de la zona euro. En concreto, en el mes de junio, el IPC armonizado se situaba en el 8,6%, una cifra histórica, nunca antes vista en el área monetaria única. Al igual que ocurre en España, la energía supone el mayo aumento, situándose en un 41,9% de tasa interanual. El segundo factor determinante son los alimentos, que han aumentado, de media en Europa, un 11,1%.

El análisis de estos datos dejan una conclusión clara entre los expertos, la inflación no caerá en un corto plazo y habrá que esperar al año que viene para ver algunos atisbos de relajación. "Esta inflación se ha cronificado de alguna manera. No estoy diciendo que vaya a ser a muy largo plazo, pero no esperaría a caídas de la inflación importantes hasta por lo menos el año que viene", explicaba a COPE José Emilio Bosca, catedrático de la Universidad de Valencia.