El precio del gasóleo puede provocar un nuevo otoño caliente. El 1 de octubre se rebaja la bonificación del combustible de los transportistas de 10 a 5 céntimos y el sector presiona para que se recupere la ayuda de 20 céntimos.

El diésel supone un 30% de sus gastos y elevará el coste de todos los productos. En la actualidad llenar el depósito es más caro que cuando se produjo la invasión de Ucrania en febrero de 2022.

Mientras, las asociaciones de gasolineras denuncian que algunas han tardado 7 meses en cobrar los 20 céntimos de descuento por litro y reclaman la rebaja del IVA como se ha hecho con la luz.

El barril de Brent no deja de subir y el de entrega para noviembre está en los 94 dólares y puede llegar a los 100, el precio medio del año pasado que disparó los carburantes.

Los transportistas piden ya la vuelta de la subvención de 20 céntimos, ahora es de 10 y en octubre baja 5.

"Repensar" la fiscalidad de los hidrocarburos

El combustible supone el 30% de sus costes. Francisco Aranda, presidente de la organización de Logística 1 asegura a COPE que estos precios "ponen muy en peligro la viabilidad de las pymes que no podrían asumir este incremento del gasóleo y en cualquier caso influiría directamente en el coste del producto final".

Diferente es lo que reclaman las gasolineras. Nacho Rabadán presidente de CEEES. "Cuanto más caro está, más ingresa a la administración". En este sentido asegura que "de la misma manera que se han hecho reducciones de IVA para la electricidad -que nos parece fantástico- quizá debería repensarse la fiscalidad de los hidrocarburos".

Recuerda que ellos fueron los que tuvieron que adelantar el coste de esos 20 céntimos a los particulares y algunos lo han cobrado hasta seis meses después.