Las Bolsas mundiales han sido toda una montaña rusa en esta semana. Han bailado al son que ha tocado el enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China. Ha habido altibajos, pero el balance es negativo, pese a que hoy tocaba pasito al frente. El índice Ibex 35 ha subido hoy un 0,66 por ciento, hasta 9.174 puntos. En el conjunto de la semana ha perdido un 1 por ciento. Acumula una caída del 4 por ciento en lo que va de mes. Hace un año recordemos se movía mil puntos más arriba.  

Hoy el presidente Trump ha aliviado ligeramente la tensión. Ha asegurado que el conflicto con Huawei puede resolverse dentro de un amplio acuerdo comercial con China. Incluso ha señalado que espera un rápido acuerdo con Pequín. La presión se ha reducido, pero la olla sigue a punto de estallar.  

Los mercados temen como a un nublado las armas con las que cuenta China para responder a las medidas de Estados Unidos. Pequín podría dejar que su moneda se deprecie más para facilitar sus exportaciones. Actualmente el yuan se cambia por 6,9 dólares. A mal dadas podría irse claramente por encima de 7 dólares.   Además, los mercados creen que China podría tensar la cuerda para engrasar las negociaciones por la vía de cortar el suministro de las materias primas necesarias para la fabricación de productos de última tecnología. Podría limitar la venta de las llamadas “tierras raras”.  Estados Unidos importa desde China entre un 75 y un 80 por ciento de estos escasos y valiosos materiales. No se descartan otras medidas más drásticas. Nadie olvida que China es el mayor tenedor del mundo de bonos estadounidenses, con una cartera de más de un billón de dólares. Es un arma poderosa si Pequín decide realizar ventas masivas. No es demasiado probable, pero de momento, esa cartera se ha reducido a su nivel más bajo de los últimos dos años y medio.

Además de este frente, existe preocupación en los mercados por el aumento de la tensión en el Golfo Pérsico, por el enfriamiento de la economía mundial y por la incertidumbre sobre el Brexit. La dimisión de la primera ministra británica, Theresa May, incrementa el riesgo de un divorcio duro y por las malas entre Gran Bretaña y la Unión Europea. De momento, el mercado de divisas permanece impasible. El euro sube ligeramente, se paga a 1,12 dólares. También la libra esterlina sube de forma suave. Se cambia esta tarde por algo menos de 1,27 dólares. 

Pero la preocupación más inminente para los mercados se encuentra en las elecciones de este domingo, que llegan marcadas por el auge de los populismos en Europa. Los expertos de  Goldman Sachs temen que surja de las urnas un parlamento europeo muy fragmentado y con mayor peso de los euroescépticos. Así que el dinero, -el gran dinero internacional-, continúa buscando refugio en deuda pública. Los grandes inversores prefieren ver los toros desde la barrera y se limitan a picotear aquí y allá cuando surge la oportunidad. La rentabilidad de los bonos españoles a diez años se encuentra hoy en mínimos históricos, en el 0,82 por ciento. A ese mismo plazo el rendimiento de los bonos alemanes profundiza en terreno negativo, ofrece ya un menos 0,12 por ciento.  Hoy la agencia Moody's revisa la calificación crediticia de la deuda española. Su decisión se conocerá al cierre del mercado.  

Por su parte, en el mercado de materias primas, hoy ha repuntado tímidamente el petróleo después de la fuerte caída de precio de los últimos días. En pocas semanas ha pasado de 75 a menos de 68  dólares por barril. Esta tarde el crudo Brent del Mar del Norte se paga a 67,80 dólares.