El Ministerio de Trabajo sienta este viernes a la mesa a patronal y sindicatos con el objetivo de cerrar la subida del salario mínimo interprofesional para 2024, después de que Yolanda Díaz avisara a los empresarios de que, si se descuelgan del acuerdo, el incremento será superior al 4 por ciento inicialmente planteado por el Gobierno.

Todo parece indicar que la patronal, que proponía un alza del 3 %, no suscribirá el acuerdo, aludiendo al rechazo del Gobierno a sus dos peticiones: bonificaciones para el sector agrario y la indexación de los contratos públicos al SMI. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo da por hecho el descuelgue patronal y avanzaba que el viernes subiría "mucho" el salario mínimo.

La amenaza a los empresarios

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ve como una amenaza la presión de Trabajo y ha consultado esta semana a los sectores más afectados por el incremento del salario mínimo planteado por el Ministerio. Son aquellos sectores intensivos en mano de obra con salarios bajos como el del campo o el de la limpieza y la seguridad, que dan servicio al sector público.

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En un contexto de malestar generalizado entre las empresas, el presidente de ATA y vicepresidente de la CEOE, Lorenzo Amor, ha dicho que "la CEOE ya se ha pronunciado, que no va a estar en el acuerdo", porque los empresarios "no vamos a entrar en el chantaje".

La subida del salario mínimo

Frente a esto, los sindicatos han asegurado que prefieren un acuerdo tripartito y que están dispuestos a aceptar una subida inferior a la que reclamaban inicialmente del 5 % en aras del consenso, pero también de una mayor agilidad a la hora de trasladar esta subida a los convenios colectivos.

En caso de que los empresarios no firmen el acuerdo, avisan, no aceptarán un incremento del SMI inferior al 5 %. En concreto, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha dicho que pedirá que el SMI, actualmente en 1.080 euros mensuales, se sitúe en 1.135 euros.