Los 350 diputados del Congreso son elegidos por 52 circunscripciones electorales (las provincias y Ceuta y Melilla). Al margen de las ciudades autónomas, en las que solo se decide un escaño, los residentes en cada circunscripción eligen con sus votos a un mínimo de dos diputados.

El número de escaños elegido por cada provincia y ciudad autónoma no es proporcional al número de habitantes de cada territorio, lo que quiere decir que las provincias más deshabitadas tienen más escaños de lo que les correspondería por población y viceversa. Esto influye en el 'coste' en votos de los escaños. Por ejemplo, los 3,81 millones de votantes de Madrid eligieron a 37 diputados en las elecciones del 28-A (102.972 votos por escaño) mientras que los 78.083 de Teruel eligieron a tres (26.027 por diputado).

Este sistema también influye en hasta qué punto pueden 'convertir' los partidos los votos que reciben en escaños. Cada escañó le costó en las elecciones del 28 de abril a Vox 111.548 votos, frente a los 66.000 del PP o los 60.819 del PSOE.

Resultados 10-N

Como se observa en el cuadro, Vox ha salido beneficiado en esta convocatoria electoral pudiendo reducir a 69.822 los votos necesarios para la consecuación de un escaño. También resulta realmente sustancial los 163.358 votos que ha requerido Ciudadanos para convertir sus votos en escaños.

Como suele ser habitual, los grandes partidos junto con los partidos nacionalistas convierten muchos escaños sin la necesidad de alcanzar porcentajes de voto tan grandes como los partidos anteriormente mencionados. De ahí se extrae que PSOE, PP, PNV, EH BILDU, CCA-NC, NA+ y TERUEL E., hayan necesitado menos de 60.000 votos por escaño.

Precisamente en el lado opuesto encontramos a Más País. La formación de Íñigo Errejón se ha visto muy lastrada por la ley electoral en las circunscripciones en las que se presentaba y ha ha necesitado 197. 924 votos por cada escaño.

Ley d'Hont

Para repartir los escaños a partir del resultado en votos de las elecciones, se utiliza la Ley d'Hont. Según este sistema, hay que que dividir el número total de votos que ha recibido un partido por 1, 2, 3, 4, 5, etc. hasta llegar al número de cargos electos que se disputan en cada circunscripción. De todos los resultados obtenidos, se asignan los 'sillones' a los candidatos que hayan obtenido las cifras más altas, independientemente del partido que sean.