En las elecciones generales de 2019 en España, la participación de los jóvenes menores de 30 años fue del 57%, mientras que la participación total fue del 75%. Es decir, la participación de los jóvenes fue casi un 20% menor que la del resto de la población.

Además, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), solo el 6,5% de los jóvenes españoles de entre 18 y 29 años se considera "muy interesado" en la política, en comparación con el 17,5% de los mayores de 65 años.

Entre las causas de esta baja participación, se encuentra la desconfianza en los partidos políticos y sus líderes. Según el Barómetro de Opinión del CIS de octubre de 2021, solo el 3,3% de los jóvenes encuestados confía mucho en los partidos políticos, mientras que el 71,8% no confía en ellos en absoluto.

Pero el desinterés por la política de los jóvenes que acaban de cumplir la mayoría de edad tiene sus excepciones. Existen. Y, en este caso, se llama Álex Cruz.

Vota por primera vez y es número dos en listas

Es el caso de Álex Cruz, un joven barcelonés que cumplió el pasado mes de septiembre los 18 años y votará por primera vez. Lo hará con ilusión y ganas porque además de votar se presenta como número 2 por Vox a la alcaldía del municipio de El Prat de Llobregat en Barcelona.

Lo que llama la atención es la pasión por la política activa que manifiesta cosa muy poco habitual en jóvenes de su edad "mi intención en política es servir al pueblo español" explica.

Su preocupación es la seguridad en su ciudad y el preparar a su municipio para los retos que se tiran encima.

(Escucha la crónica de Mar Puerto aquí)

Diferente al resto de sus amigos

Álex también ve el desinterés de los jóvenes por la política, la mayoría de ellos no irán a votar, y lo comprende. "Entiendo la desilusión que ha sembrado la política en los jóvenes porque no afronta de forma efectiva los problemas que tenemos y tendremos".

Él se siente diferente a sus amigos sobre todo en muchos temas de conversación. "Con ellos no hablo de política porque sencillamente no les interesa en absoluto" aunque admite que le han felicitado por su activismo "es como tener un bicho raro en el grupo de amigos, soy una curiosidad".

¿De dónde viene este interés?

¿Qué hace que un joven de 18 años se apasione por la política? Es difícil dar una respuesta objetiva a esa pregunta. Seguramente es una cuestión multifactorial y de alineaciones planetarias. "Cuando era más pequeño me gustaba oír las tertulias de sobremesa que se hacían en las comidas familiares" explica Cruz "ahí empezó mi interés".

Hay una cosa en la que parece coincidir con los jóvenes de su edad. Llevar la contraria a sus progenitores. "En mi familia todos son votantes del PSC y a mí me convence mucho más VOX. Por eso milito".

No entraremos a valorar ideologías, Dios nos libre, pero lo que sí es seguro es que las tertulias políticas en las sobremesas familiares deben ser apasionantes, casi como un Barça Madrid después de que el VAR haya anulado un gol.