María Chivite ha anunciado este domingo más limitaciones al ocio y a las relaciones sociales para toda Navarra a fin de evitar el avance del coronavirus y, aunque de momento no ha planteado restringir la movilidad, entre localidades de su territorio sí lo ha recomendado.

Las medidas, que entrarán en vigor el martes, no incluyen confinamientos perimetrales, ya que el foco de contagios son básicamente las relaciones sociales, y limitar la movilidad con otras comunidades tiene dificultades legales, ha dicho Chivite en conferencia de prensa.

MALOS DATOS

Tras reconocer que Navarra tiene en los últimos días unos "malos" datos, con un crecimiento de los contagios "mucho mayor de lo que cabía esperar", aunque la segunda ola de la pandemia es "generalizada", ha subrayado la necesidad de "dar un paso más" en las medidas ante el previsible aumento de la circulación del virus en el otoño.

Según Chivite, el ámbito privado y el ocio están siendo los principales factores de trasmisión del coronavirus y ahí es donde se va a incidir con las nuevas medidas a fin de "establecer un freno notable a toda actividad no imprescindible durante los próximos catorce días".

MEDIDAS ADOPTADAS

Para ello en hostelería y restauraciónse reduce el aforo al 30 %, salvo en el exterior, que será del 50%, el cierre de estos locales será a las 22:00 horas, y los grupos serán de un máximo de seis personas tanto en el interior como en el exterior.

Se reduce también la asistencia a bodas, comuniones v velatorios, los hipermercados y grandes superficies no podrán superar el 40 % de aforo y no se podrá permanecer en zonas comunes salvo para el tránsito.

También se reduce al 30 % el aforo en bibliotecas, equipamientos culturales, cines y teatros, igual que los parques infantiles y zonas deportiva a aire libre, mientras que los gimnasios en todo caso deberán funcionar con cita previa.

Las reuniones tanto en el ámbito público como en el privado se reducen a seis personas, salvo que sean convivientes, y se cierran sociedades gastronómicas y peñas.

Se trata, ha señalado la presidenta, de "mejorar la situación allí donde no va bien" y de que sean "una herramienta preventiva para las localidades que ahora están mejor pero que de seguir el actual ritmo de incidencia acabarán afectadas".

"Si la ciudadanía cumple la norma y la recomendación de reducir la interacción y la movilidad a lo imprescindible en dos semanas, podemos estar con unos mejores datos", ha manifestado, pero también ha advertido que de no ser así el Gobierno "tomará las medias que tenga que tomar", porque "no estamos dispuestos a asumir que tengan que morir personas o enfermar gravemente para que la mayoría siga con su vida como si nada pasara".

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Y agregado que "aquello que no es imprescindible no debería hacerse en estos catorce días. Estamos en un momento crítico en el que necesitamos reconducir la situación y estamos a tiempo".