El Congreso de los Diputados ha dado luz verde a la reforma del Registro Civil, impulsada por el PSOE, que suprime los juzgados que han venido ejerciendo estas funciones y su sustitución por las Oficinas Generales del Registro Civil, a cargo de funcionarios públicos.

Con 31 votos a favor, 5 en contra y ninguna abstención, la Comisión de Justicia ha aprobado con competencia legislativa plena la proposición de ley del PSOE de reforma del Registro Civil por la que se actualizan ciertos aspectos de la ley aprobada en 2011 que nunca entró en vigor por sucesivos aplazamientos.

A falta de su paso por el Senado, la iniciativa prevé su entrada en vigor antes del 30 de abril, una década después de su aprobación.

La reforma contempla la supresión de los juzgados que han venido ejerciendo estas funciones y su sustitución por las Oficinas Generales del Registro Civil, de la que se ocuparan funcionarios de la Administración de Justicia. Los Registros serán públicos, gratuitos y completamente informatizados.

La mayoría de los grupos se han mostrado "satisfechos" por el "amplio consenso" de esta norma gracias a la incorporación de varias enmiendas y a la "responsabilidad" por sacar adelante una reforma que llevaba "enquistada" un década en la Cámara Baja.

Precisamente el PSOE ha reconocido que "ha costado mucho tiempo" sacar adelante "un acuerdo sólido" entre la mayoría de fuerzas que "no pone en riesgo la atención en los pequeños municipios" sino que demuestra "un compromiso con lo local por encima de todo", que era una de las exigencias del PP para apoyar el texto.

Tanto es así que el portavoz del PP ha subrayado que, gracias al tramite de enmiendas, el Registro Civil seguirá "implantado en todo el territorio y en especial en el ámbito municipal".

Tan solo Vox se ha descolgado del apoyo a la proposición de los socialistas al manifestar que "la reforma no mejora la ley de 2011 sino que la empeora" al crear "una oficina esperpéntica" que es fruto de los "intereses partidistas" del PSOE.