Arranca a las 17:00 horas la cumbre España - Marruecos para la historia. La reunión en Rabat de este miércoles y el jueves a la que acude Pedro Sánchez junto a 12 de sus ministros, ninguno de Podemos, es la primera en ocho años y llega después de la crisis diplomática que no se resolvió hasta el giro del Gobierno español respaldando la solución marroquí para el Sáhara. Eso sí, no estará el rey de Marruecos, Mohamed VI. Desde el Ejecutivo se remite a la Casa Real marroquí ante la posibilidad de que, durante su estancia, Sánchez sea recibido por la máxima autoridad del país.

En la agenda, la colaboración económica, en inmigración y en la lucha antiterrorista días después del ataque yihadista contra dos iglesias de Algeciras. El Gobierno pretende sellar en la cumbre con Marruecos una relación sin precedentes hasta ahora con este país que lleve a sus cotas más altas la complicidad y colaboración en todos los ámbitos, entre ellos el comercial, migratorio o de seguridad. De "histórica" califica el Ejecutivo esa cita, pero los que no harán historia serán los ministros morados por sus críticas al país vecino y por su rechazo a la nueva posición española sobre el Sáhara Occidental.

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En la capital marroquí se firmarán una veintena de acuerdos entre los ministros de las diversas áreas. Aún se están ultimando detalles de algunos de ellos, así como de una declaración conjunta que desde el Gobierno se asegura que supondrá la plena normalización de las relaciones y el fin definitivo de las crisis periódicas entre los dos países. La última de ellas fue a cuenta de la hospitalización en España y bajo identidad falsa del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.

Puntos tensos

La reunión llega, sin embargo, después de que el Parlamento Europeo aprobase una resolución que pide a Marruecos respetar la libertad de expresión y liberar a periodistas condenados, a la vez que reclama restringir el acceso a la Eurocámara de representantes marroquíes mientras se investiga el caso de corrupción "Qatargate", en el que presuntamente estaría implicado el país magrebí. Los eurodiputados socialistas españoles, con el aval de Sánchez, votaron en contra de esa resolución.

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La situación en el Sahel, la colaboración en materia de seguridad y en especial en la lucha antiterrorista, y la cooperación ante la inmigración ilegal serán asuntos presentes en la reunión. En ese contexto, el Ejecutivo destaca que se ha reducido en un 31% las llegadas irregulares a España procedentes de Marruecos en el último año y que la colaboración entre las fuerzas de seguridad de los dos países ha permitido 279 operaciones antiterroristas en diez años con la detención de 497 personas susceptibles de perpetrar atentados.