Tal y como aprobó el pasado martes Instituciones Penitenciarias, Iñaki Urdangarin se trasladará a Vitoria el próximo lunes y será en su ciudad natal donde cumpla el resto de su condena de 5 años y 8 meses de cárcel por el caso Nóos. Su día a día en la localidad alavesa será el mismo que en Madrid. Disfrutará de una cierta libertad durante el día y acudirá a la cárcel de Zaballa para pernoctar de lunes a jueves, teniendo los fines de semana libres.

Será en la casa de su madre, Claire Liabert, donde el marido de la Infanta Cristina tendrá su domicilio de arraigo - imprescindible para la consecución del tercer grado penitenciario, y que en Madrid no era otro que el piso que la Infanta Elena tiene en el madrileño barrio del Retiro - y, a partir de la semana que viene, cambiará su trabajo de voluntario en el Hogar Don Orione por un puesto de consultor en el bufete de abogados alavés Imaz&Asociados.

Además, a pesar de que Urdangarin solo ha cumplido dos años y ocho meses de condena - ingresó en la prisión de Brieva en junio de 2018 - de los 5 y 9 meses a los que fue condenado, según publica "El Correo", el exduque de Palma logrará la libertad vigilada el próximo otoño, tras completar un programa de reinserción para presos por delitos económicos y de corrupción.

Esta libertad vigilada le permitirá vivir en Vitoria lejos de la prisión alavesa de Zaballa, y tendrá que llevar una pulsera telemática para que Instituciones Penitenciarias pueda controlar en todo momento dónde se encuentra, puesto que no tendrá libertad total de movimientos.

Sin duda, una gran noticia para Urdangarin y también para la Infanta Cristina. Ajeno a las novedades que rodean su vida, el exduque de Palma afronta sus últimos días de trabajo en el madrileño Centro Don Orione y, sonriente y sin poder disimular su satisfacción ante su traslado a Vitoria, ha llegado a su labor de voluntariado sin hablar sobre su traslado a Vitoria y su próxima libertad vigilada.