Desde que a principios de este mes de abril España alcanzó el pico de contagios por coronavirus la idea de una desescalada progresiva del confinamiento ha ido sonando cada vez con más fuerza. No obstante, dada la desigualdad de condiciones en que se encuentran las distintas regiones de nuestro país, son muchos los que apuestan por un relajamiento selectivo de la cuarentena, es decir, empezando por aquellas Comunidades Autónomas donde el impacto de la pandemia ha sido menor.

En ese sentido, hay dos datos en particular que dan una idea del estado de la enfermedad en cada zona de España. El primero es la propia curva de contagios en cada comunidad y las que más rápidamente han conseguido aplanarla son, por este orden, Melilla, Ceuta, Murcia, Cantabria, Canarias, Baleares, Asturias, Extremadura y La Rioja.

Algo más lejos se sitúan Galicia, la Comunidad Valenciana, Andalucía, el País Vasco y las dos Castillas. Cataluña y Madrid siguen siendo las dos regiones con mayor número de afectados, aunque también han conseguido frenar su curva notablemente en las últimas semanas.

No obstante, existen dudas más que razonables sobre la utilidad de las cifras de contagiados en cada comunidad. Esto se debe a que para conocer el impacto real deberían hacerse pruebas a la población de forma masiva y a que existen diferencias en el modo de contar de las distintas regiones y entre el de las autonomías y el Ministerio de Sanidad.

Es por eso que el dato más decisivo para dilucidar cuáles son las comunidades menos aquejadas por la pandemia es atender al número de muertos por 100.000 habitantes. Siguiendo este criterio las autonomías en mejor situación y que, por tanto, antes podrían plantearse medidas de relajación del confinamiento son Canarias, con 1,79 muertos por cien mil habitantes, Melilla (2,31), Ceuta (4,72), Murcia (7,38), Andalucía (12,04), Galicia (13,04), Baleares (13,66) y Asturias (19,55). Como cifra comparativa, la comunidad con la mayor proporción de fallecimientos es Madrid, con 110,32 muertes por 100.000 habitantes.

Cataluña, por libre

Aunque las autonomías no tienen competencia para organizar sus propios procesos de desconfinamiento, el Govern de la Generalitat de Cataluña prevé aprobar a finales de esta semana su propio plan de desescalada basado en la propuesta del epidemiólogo Oriol Mitjà, que en estos momentos ya se está analizando "con los diferentes ámbitos que tienen algo que decir" al respecto.

Así lo ha anunciado en rueda de prensa telemática la portavoz del Govern, Meritxell Budó, que ha precisado que la aprobación se llevará a cabo en una reunión extraordinaria del ejecutivo catalán.

El pasado 7 de abril, la Generalitat encargó a Mitjà, muy crítico con la gestión del Gobierno, la redacción de un informe que trazara la estrategia a seguir una vez se levante el confinamiento de la población, a fin de recuperar la actividad social y económica sin exponer a la población a un nuevo brote de contagios por coronavirus.