El Gobierno va a intensificar los contactos para salvar in extremis sus tres decretos en las Cortes y al propio Pedro Sánchez del primer revés de la nueva Legislatura. La negociación seguirá con Junts y con el resto de fuerzas. El PSOE explora también la opción del PP.

Los contactos de Pedro Sánchez

"Las conversaciones a contrarreloj", defienden los socialistas, "dan para un giro de las tornas a su favor". Pero la gran duda por despejar sigue siendo la misma, si Junts exigirá hasta el final retirar los decretos, renegociar el contenido con ellos y presentarlos uno a uno.

Tal escenario es descartado por completo desde La Moncloa, entre cuyos muros prometen ofrecer nuevas contrapartidas a los separatistas volcados en denunciar la supuesta infrafinanciación de Cataluña o la invasión de competencias. Incluso se habla de la admisión de alguna enmienda sustancial para Carles Puigdemont en la amnistía.

De Junts al PP

Aunque en Ferraz acotan oficialmente el perímetro del entendimiento a las cosas de comer, en medio de esta partida asumida como crucial el PSOE ha ampliado el abanico fuera del bloque de la investidura. Ha habido algún contacto más con el PP, sin embargo, la llamada de Félix Bolaños a Cuca Gamarra ha abierto la posibilidad de incorporar algunas de sus medidas al paquete anticrisis.

Jugarán a dos bandas. Prometen ofrecer nuevas contrapartidas a Junts en el intento de arrancar su respaldo. Ahora bien, Santos Cerdán partía de una premisa, el rechazo a retirar del macrodecreto el artículo de las cuestiones prejudiciales exigido por la Comisión Europea.

"No hay nada que cambiar, ellos lo saben, es simplemente cumplir una legislación europea", defendía, "vamos a seguir hablando con Junts, nos tendrán que poner encima de la mesa a otras cosas que ellos quieran y, si alguna de esas que nos ponga encima la mesa aceptamos, las haremos públicas".

Lejos de mantenerse en sus trece, la endiablada aritmética parlamentaria ha obligado a mirar alPP. Félix Bolaños contactaba en estas últimas horas con Cuca Gamarra desde Ferraz y abrían, de par en par, la puerta a incorporar alguna de sus medidas al paquete anticrisis.