La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha respondido a las críticas vertidas por miembros de Unidas Podemos sobre los gastos de los Presupuestos Generales del Estado para 2023, aprobados por el Gobierno en el Consejo de Ministros de esta semana.

Críticas tanto desde los miembros del Gobierno de esta formación como la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra -que incluso ha llamado a la movilización social para reclamar la Ley de Vivienda que ha quedado fuera de este proyecto presupuestario-, como de el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique, que ha acusado de "deslealtad" al PSOE al sostener que les ocultaron, en las negociaciones, el aumento del gasto en defensa.

"¿De verdad creen ustedes que con la actualidad que tuvo esa cuestión, los que se sientan a negociar no van a preguntar como se comporta esa partida?", ha dicho la titular de Hacienda en los pasillos del Congreso tras la sesión de control al Gobierno, al ser preguntada por la prensa por la acusación de Echenique que afirma que su socio acometió aumento "unilateral" del gasto militar y que era una "vergüenza".

"Nada de distraerse"

María Jesús Montero ha dejado caer que desconoce si concretamente Echenique tenía información concreta sobre la inversión en Defensa y que tampoco sabe cómo gestionó internamente Unidas Podemos esta cuestión, para insistir en que los negociadores solicitaron información al respecto.

Lo que tienen claro en el PSOE y los miembros del Ejecutivo es que estas acusaciones no les tienen ni deben distraer. Desde la Moncloa, aseguran a COPE, como ha contado el jefe de Política, Ricardo Rodríguez que "nada de distraerse ni de descentrar el tiro", nada de eso, "el PSOE promete no alterar su discurso de haber primado el gasto social o a los pensionistas en las cuentas públicas".

Las incognitas para Pedro Sánchez sobre el apoyo de sus otros socios, en este caso sus socios parlamentarios, a estos Presupuestos para el 2023, es si las heridas abiertas con ERC o Bildu vuelven a supurar, precisamente, con la Ley de Vivienda.