El PSC ha anunciado esta semana a través de un manifiesto que intentará aprobar en el XIV Congreso del partido “reconocer Cataluña como nación y España como un estado plurinacional”. Algo que ya había mencionado Pedro Sánchez, secretario general de los socialistas a nivel nacional y ahora presidente del Gobierno en funciones. Sin embargo, ¿de dónde aparece este término de plurinacional?

Aunque no existen motivos ni constitucionales ni jurídicos para considerar España como una “nación de naciones”, en tanto que depende de una nación única que es la española. En el artículo 2 de la Carta Magna se recoge: “La indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”.

Por tanto, aunque recoge la autonomía de las nacionalidades, no así cada territorio como nación. No es el caso de otros países de América latina, como Ecuador y Bolivia, que recogen es su constitución: “la sublevación indígena anticolonial, en las luchas populares de liberación, en las marchas indígenas, sociales y sindicales, y con la memoria de nuestros mártires, construimos un nuevo Estado”, recoge la constitución boliviana. Y es que estos países recogen herencia de gran cantidad de pueblos indígenas. Otro caso es Rusia.

La Federación Rusa recoge en su constitución la “multinacionalidad”. El propio Putin argumentaba: “Desde sus primeros pasos Rusia se conformó como un Estado plurinacional y multiconfesional, y a lo largo de mil años se conformó una determinada cultura de relaciones”. Y es que en 1917, tras la victoria de la Revolución Bolchevique y la creación del Comisariado del Pueblo para las Nacionalidades. Una cartera que recayó en Iósif Stalin.

El principal objetivo de Stalin y Lenin para considerar la URSS como un gobierno plurinacionalidad obedecía a meras motivaciones estratégicas: atraer a viejas colonias imperialistas hasta el paragüas soviético, como el propio dirigente de la URSS reconocería en “Los fundamentos del Leninismo”: “La concepción jurídica burguesa de la cuestión nacional debe considerarse desenmascarada”, escribía Stalin.

“El leninismo ha hecho descender la cuestión nacional, desde las cumbres de las declaraciones altisonantes, a la tierra, afirmando que las declaraciones sobre la "igualdad de las naciones", si no son respaldadas por el apoyo directo de los partidos proletarios a la lucha de liberación de los pueblos oprimidos, no son más que declaraciones hueras e hipócritas”, añadía el ministro.