Este viernes se dará por finalizado de forma oficial el recuento de votos en Euskadi, una vez se sume el voto de los residentes ausentes, conocidos como CERA. El margen que separa a EH Bildu de la coalición de PP y Ciudadanos en Euskadi es muy estrecho en Vizcaya: 108, en concreto. En el caso de que los votos que ahora se van a sumar a los del domingo vayan a la coalición de centro derecha, la formación de Pablo Casado conseguiría su sexto escaño por Vizcaya arremetiéndoselo a EH Bildu y el candidato impuesto por Génova, Carlos Iturgaiza, lograría mitigar el hundimiento de la colalición y redudir la pérdida de asientos a tres menos que en la legislatura pasada.

La segunda posicion por Vizcaya la ocupa el candidato de Ciudadanos, Luis Gordillo, y que si lograra acceder a la Cámara vasca sería el segundo representante de la formación naranja tras la elección de José Manuel Gil por Alava. El recuento del voto CERA ya benefició al PP vizcaíno el 10 de noviembre, cuando se disputaba por un margen mayor la adjudicación de un escaño en la Cámara Baja con el PNV. En aquella ocasión los nacionalistas aventajaban en 137 votos al PP pero finalmente el recuento arrojó un margen de cerca de 200 en favor de la formación popular y Fanjul pudo ocupar el escaño en el Congreso.

Votos reclamados

Hay que tener en cuenta además que los populares ya han reclamado varios votos no contabilizados en diversas mesas. En algunas ubicadas en Bilbao han solicitado a la Junta Electoral que sí se contabilicen papeletas anuladas por estar duplicadas o por tener indicaciones de PP+Cs escritas a mano y que el PP considera que no las anulan.

El censo del voto en Euskadi CERA ronda los 40.000 ciudadanos con derecho a voto. En las pasadas elecciones generales tan sólo votó el 7,5% del censo y se emitieron 2.953 votos válidos, de los que 407 fueron a parar al PP.

También te puede interesar

TVE dedicó dos minutos a la Misa Funeral celebrada el día 6 y más de quince al homenaje de este jueves

Iglesias reúne a su Ejecutiva este viernes tras el descalabro del 12J, sin voces críticas