El PP pone su maquinaria electoral a toda marcha para encarrilar la campaña de las gallegas. Explican a COPE que el objetivo volverá a ser centrarse en solucionar los problemas de los gallegos, dejar claro que el bloque BNG-PSOE quiere un procés a la gallega. Mientras, Pedro Sánchez intentará levantar el ánimo socialista en la recta final de su campaña.

Es la campaña más reñida a la que se ha enfrentado el PP en los 15 años que lleva gobernando en Galicia y por eso han decidido cambiar de estrategia, reconocen en COPE, a pesar de que todos los sondeos les dan como ganadores. Pero es que lo hacen por la mínima y con los independentistas del BNG subiendo en intención de voto.

¿A qué se debe ese ascenso? Pues en el Partido Popular creen que la maquinaria electoral del PSOE está detrás, porque han puesto en marcha el ventilador para intentar demostrar que todos son iguales ante las exigencias de los independentistas, borrando el hecho de que Feijóo dijo no y Sánchez le sigue diciendo que sí.

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Por eso había que encarrilar la campaña y cambiar esa actitud a la defensiva con la que empezaron, por la del ataque para evitar un procés a la gallega que, además, elimine el castellano de las aulas. Si el domingo se produce ese vuelco electoral, el que permita gobernar al BNG con el apoyo de los socialistas.

Pedro Sánchez

Ferraz busca a la desesperada un repunte de la movilización del electorado, pero el PSdeG se prepara para un batacazo el 18-F y ya piensa en el día después. Trasladan a COPE desde la cúpula socialista la esperanza de lograr una reacción de sus votantes. A agitarlos busca dedicarse Pedro Sánchez, llevando el peso de la campaña para el sprint final.

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Esta tarde en La Coruña y mañana con el cierre en Santiago, se ha reservado los ataques a Alberto Núñez Feijóo por el tanteo veraniego. Para ellos, la capacidad de maniobra es, sin embargo, limitada. Los tracking apuntan a un nuevo batacazo socialista. Ya el PSOE deja sin capa de disimular un bajo estado de ánimo ante el examen de las urnas.

Las distintas facciones de la organización miran al día después y toman posiciones a expensas de los posibles acontecimientos. Desde la cúpula federal lanzan un aviso. El proyecto de José Manuel Gómez Besteiro, defienden, es a medio y largo plazo.