El PSOE y el PP han coincidido este martes en acusar a Vox de querer "enfrentar" y "dividir" a los españoles por plantear en el Congreso una iniciativa para hacer oficial en toda España la "toponimia tradicional castellana" junto a la de la lengua propia de las comunidades que disponen de ella.

La iniciativa, que ha sido rechazada en la Comisión de Política Territorial de la Cámara Baja por 28 votos en contra y solo seis a favor de Vox y Cs, pretendía garantizar "el derecho de todos los españoles a no ser discriminados por usar el castellano".

El diputado de Vox Emilio del Valle ha argumentado que "las distintas lenguas de España forman parte de su patrimonio cultural e inmaterial" y "deben ser convenientemente protegidas por el Estado", pero "las llamadas 'políticas', 'modelos' o 'sistemas' lingüísticos de ciertas comunidades autónomas han generado problemas".

Uno de esos problemas es, ha dicho, que "el uso de los topónimos en castellano de algunos municipios y provincias españoles ha sido reemplazado por el topónimo en la lengua cooficial correspondiente", lo que a su juicio supone que "la lengua de todos está siendo excluida en favor de un discurso identitario y los poderes públicos del Estado no hacen nada por evitarlo".

A favor, el diputado de Cs José María Espejo-Saavedra ha declarado que "el libre uso de los topónimos en español está siendo vulnerado" en territorios como Cataluña y ha valorado que "lo que se pide es que se garantice la doble denominación".

En contra, el socialista José Losada ha señalado que "la toponimia es una cuestión que aparece en varios estatutos como una competencia exclusiva" y ha opinado que "Vox intenta enfrentar usando la riqueza cultural y lingüística de nuestro país y ese no es el camino".

En términos similares, el popular Juan Costela ha preguntado al grupo proponente, a modo de ejemplo, si el municipio pontevedrés de Sanxenxo debería llamarse Sangenjo, según su "castellanización", o San Ginés, de acuerdo a su traducción del gallego, y ha pedido a Vox que "dejen de utilizar el idioma como elemento para dividir y confrontar".

El parlamentario de Unidas Podemos José Luis Bueno ha acusado a Vox de querer "imponer una voluntad que no refleja la realidad social de muchísimos lugares de España" y Ferran Bel, del PEdCAT, ha opinado que esta proposición "solo pretende generar un falso debate", además "ridículo", y "tensionar".