Ezquerra y Junts disponen ya de grupo parlamentario propio en el Congreso. Ha sido posible gracias a la cesión de diputados de Sumar y PSOE, que han impuesto su mayoría en la Mesa de la Cámara Baja, donde el PP se ha opuesto al entender que se comete un "fraude electoral".

La Mesa del Senado estudia si permite que el PSOE repita la maniobra de “prestar” diputados a los independentistas y nacionalistas. El problema con el que se encuentran hoy es que el PP tiene mayoría absoluta en la Cámara Alta.

Y antes de adoptar una decisión el Partido Popular ha encargado un informe jurídico que aclare si el PSOE puede ceder 6 senadores al partido del fugado Puigdemont y otros cinco al Partido Nacionalista Vasco.

Podría ser un fraude reglamentario pero no hay que olvidar que las dos formaciones son necesarias para conseguir la investidura y eso es muy relevante.

Su rechazo a que formen grupo propio y reciban las subvenciones económicas, se podría interpretar como una afrenta y falta de voluntad de entendimiento de los populares.

A la espera de conocer qué ocurre en el Senado y qué dice ese informe jurídico, los de Vox presentaban esta mañana un escrito en el Congreso en el que exigen la nulidad de los grupos parlamentarios de ERC y Junts.

Por lo pronto, esta mañana PSOE y Sumar han hecho valer los cinco puestos con que cuentan en la Mesa, frente a los cuatro del PP, en el que es el primer choque de los dos bloques representados en el órgano de gobierno de la Cámara.

La decisión se ha tomado una vez conocido el informe de los letrados, en el que se recogían antecedentes de decisiones similares y donde no se determinaba si en este caso la cesión de cuatro diputados del PSOE a Junts y de dos de Sumar a ERC se ajustaba a la norma, ya que es a la Mesa a la que le corresponde adoptar una postura.

Fuentes parlamentarias del bloque progresista han argumentado que existen precedentes suficientes de este tipo de práctica y han enmarcado en la normalidad la decisión adoptada.

Los diputados cedidos por PSOE y Sumar buscan que las dos formaciones independentistas alcancen el 15 % de los votos en Girona y Tarragona, requisito que no cumplen con el resultado de las urnas y que exige el reglamento. El PP cree que este movimiento distorsiona el resultado electoral.

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