Poco antes de las 10 de esta mañana del miércoles 5 de octubre, ha comenzado en Santiago de Compostela el juicio por el accidente del Alvia ocurrido el 24 de julio de 2013. Está previsto que el proceso judicial dure hasta mediados de febrero del próximo año.

Hay más de 440 personas perjudicadas, agrupadas en 154 acusaciones que van a estar asistidas por un centenar de abogados en la sala de vistas, por lo que esta primera jornada es probable que no se pase de las cuestiones previas.

A partir de mañana, arrancarán las declaraciones de los dos acusados:el maquinista,Francisco José Garzón Amo, y el responsable de seguridad de ADIF en el momento de la puesta en funcionamiento de la línea, Andrés Cortabitarte. Se les imputan 80 delitos de homicidio imprudente.

La Fiscalía solicita para cada uno cuatro años de prisión, además, que Garzón sea inhabilitado para su profesión durante el tiempo de la condena y que a Cortabitarte se le impida ejercer durante el mismo tiempo cualquier profesión que implique gestión, seguridad o responsabilidad en infraestructuras ferroviarias.

La reclamación total por daños y perjuiciossupera los 157 millones de euros.

"Habrá sentencia, pero no justicia"

Nueve años después del accidente las víctimas han perdido la esperanza en tener justicia. Esperanza perdió en aquella curva de Angrois, a su padre, a su cuñada y su hermano resultó gravemente herido.

"Hay gente que han fallecido esperando justicia. Habra sentencia, pero no justicia", afirma a la entrada a la sala donde va a comenzar la vista.

Como Esperanza, el resto de víctimas han vuelto a dejar patente sus reivindicaciones, "no están todos los responsables".

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