Europa y el mundo entero ha asistido a las consecuencias que ha tenido los intentos de Ucrania de adherirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) o, al menos, ese es el principal argumento de Rusia para emprender una invasión contra sus vecinos que ya acumula más de dos meses de conflicto armado. Es por ello que todos los ojos están puestos ahora tanto en Suecia como en Finlandia, que pueden pedir formalmente su entrada en la alianza militar a partir de mediados de este mes y empeorar aún más si cabe las relaciones entre la UE y Moscú.

La segunda ya realizó el pasado jueves toda una declaración de intenciones en forma de comunicado del presidente y la primera ministra en el que mantenían que “Finlandia debe solicitar su ingreso en la OTAN sin demora”. No obstante, el gobierno de coalición al completo debe dar el visto bueno a la solicitud, así como el Parlamento.

Este sábado tiene lugar en Berlín una reunión informal de los ministros de Defensa de los países miembros de la organización, y pueden aparecer mensajes de Suecia a remolque del anuncio del Ejecutivo finlandés esta semana. No obstante, ¿cómo es el proceso para entrar a formar parte de la OTAN? ¿Realmente están todos los países de acuerdo con añadir a la alianza a Suecia y Finlandia a cambio de recrudecer las relaciones con el Kremlin?

¿Por qué Suecia y Finlandia no forman parte de la OTAN?

Tanto en Suecia como en Finlandia no existía hace meses unanimidad de la población para pedir su anexión a la OTAN. En consultas ciudadanas realizadas en los últimos años sólo el 41% de los suecos aprobaba adherirse a la organización, mientras que el 43% de los finlandeses preferían mantenerse al margen, y solo el 16 estaba de acuerdo con la entrada en la organización. Vaya por delante que la situación de Finlandia es aún más delicada, en tanto que mantiene frontera con Rusia.

En Suecia sólo veían con buenos ojos la adhesión los partidos conservadores, mientras que en Finlandia existía una oposición clara en el parlamento a la iniciativa. Un ejemplo de la dificultad de consenso respecto a la OTAN lo tenemos en la propia Ucrania, en la que el proceso para solicitar su entrada se prolongó durante más de 15 años desde su solicitud durante la Cumbre de Bucarest, pero la oposición de Francia y Alemania prevalecieron. No obstante, el escenario tanto sueco como finalndés ha cambiado en las últimas semana tras la invasión rusa, y los últimos sondeos ya colocan al 68% de Finlandia a favor de la adhesión.

¿Cómo es el proceso de adhesión a la OTAN?

Para entrar en la Organización del Tratado del Atlántico Norte es tan sencillo como solicitarlo, y a la vez tan difícil como convencer a todos los países miembros, que deben aceptarle por unanimidad y extender una invitación. Así, deben demostrar a los países miembros de la Alianza que pueden cumplir con las "obligaciones y compromisos políticos, jurídicos y militares" tal y como recoge el Tratado de Washington y el texto de 1995 sobre la ampliación de la OTAN.

Así, los candidatos deben comprometerse a llevar a cabo las reformas necesarias y entregar una carta al secretario general de la OTAN con un "calendario para ejecutar las reformas". Una vez terminado ese paso, cada país miembro debe dar el visto bueno dando la venia a Estados Unidos, depositario del Tratado del Atlántico Norte. Si recibe el 'Ok' unánime, se proclama la consigna “uno para todos y todos para uno” recogida en el artículo 5. Además, en el caso de Finlandia y Suecia, al ser miembros de la UE, pueden beneficiarse del artículo 42-7, por lo que pueden asistir de forma mutua al proceso de ratificación.

Todo parece favorable a la inclusión de ambos países, sobre todo si tenemos en cuenta la postura del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que promete un proceso rápido. Eso sí, hasta el momento dos países miembros han mostrado su rechazo: tanto Croacia como Turquía tienen derecho a veto y torpedearían, si quisiesen, la entrada de algunos de los países en la Alianza.