España se ha visto abocada por segunda vez en menos de cinco años a una repetición de elecciones el próximo 10 de noviembre tras el fracaso de los partidos a la hora de formar gobierno tras los resultados del 28 de abril. Un escenario que ya se repitió en 2016 después de que Rajoy no pudiera tampoco conformar gobierno, y que resultó en un número de escaños similar al de los anteriores comicios. Una tesis que parece confirmar el resto de ejemplos que han podido verse a lo largo de la historia en el mundo.

Durante todo el siglo XX y lo que llevamos de siglo XXI se han repetido elecciones generales en 13 ocasiones hasta en 7 países diferentes en un período menor de 6 meses. Desde Dinamarca en el año 2020 hasta Alemania en 1932, en la que Hitler se proclamó canciller con el 37% de los votos. Dos repeticiones en Dinamarca y hasta cuatro en Grecia hasta la victoria de Tsipras en 2015. En todos los casos, salvo en tres excepciones, la votalitilidad del voto fue menor en la segunda llegada a las urnas. En todos ellos, menos del 9% de los votantes depositaron su voto por un partido diferente.

Igualmente ocurre con la fragmentación electoral. Tan solo en Alemania en 1932, en Grecia hace cuatro años y en Moldavia en 2009 hubo una mayor fragmentación del voto en las segundas elecciones, quedando reforzados los grandes partidos de cada país. Curiosamente, comparándolo con la aparición de Más País en el tablero político de cara al 10 de noviembre, solo en 5 ocasiones de las elecciones repetidas han aparecido más de 2 partidos nuevos.

En el caso reciente de Estambul, la repetición electoral también mantuvo la aparente victoria inicial de Ekrem Imamoglu, del partido de la oposición. El CHP consiguió el 53,9% de los votos después de que las primeras elecciones de la capital quedaran anuladas.