El país, de 5,5 millones de habitantes, ha registrado en lo que va de pandemia 56.000 casos y 742 muertos, de acuerdo al registro que lleva a cabo el Instituto de Salud y Bienestar.

El nuevo récord ha sido notificado el día después de que la primera ministra, Sanna Marin, haya anunciado un cierre de los bares y restaurantes de tres semanas en el que solo podrán servir comidas para llevar entre el 8 y el 28 de marzo.

Asimismo, el máximo de afluencia a las reuniones públicas se reducirá de diez a seis personas, mientras que los estudiantes más de 13 años volverán a estudiar desde casa en la mayor parte del país y las actividades de ocio extraescolares serán temporalmente suspendidas.

Marin y otros miembros del Gobierno han asegurado que las medidas --aplicables en gran parte del país, incluida la capital-- son necesarias debido al aumento de casos relacionado con las nuevas variaciones más transmisibles del coronavirus.

Marin ha advertido este viernes de que algunas restricciones probablemente se prolonguen más allá de marzo, como podría ser limitar el horario de los restaurantes, según ha asegurado a la televisión pública YLE.

La primera ministra tampoco ha descartado la aplicación de toques de queda u otras medidas más estrictas.

La semana pasada, el Parlamento aprobó permitir a autoridades locales y regionales limitar el número de clientes en una tienda y el transporte público o el cierre temporal de gimnasios y spas.