La Cumbre Iberoamericana llega por primera vaz al Principado de Andorra, aunque lo hará en un formato de semipresencialidad por causa de la covid, con muchos de los mandatarios entrando a través de videoconferencia.

La cita, que se pospuso a finales del año pasado por la situación epidemiológica global, celebrará su trigésimo aniversario. A pesar de esto, el encuentro se volverá a celebrar el año que viene, manteniendo el formato bianual instaurado en 2014 y recobrando el calendario fijado en un principio.

Una cita que nunca defrauda

La Cumbre Iberoamericana, que reune a los líderes de los países latinoamericanos con los de España, Portugal y Andorra, se empezó a celebrar en 1991 en Guadalajara, México, y durante sus primeras ediciones tenía lugar año tras año.

Estas citas, con las que se intenan acercar posturas entre los países invitados, dejan edición tras edición una retahíla de anécdotas y frases para el recuerdo. La primera, sin ir más lejos, ocurrió en su inauguración, cuando se dio inicio a estas cumbres a ritmo de mariachi. En aquel evento tambien destacó Fidel Castro, el único que asistió vestido de militar.

Al año siguiente, el protagonista fue el entonces máximo mandatario cubano, Fidel Castro, que en la cumbre celebrada en Madrid alzó su copa y brindó por el Rey de España, pronunciando la famosa frase de "yo no soy realista, soy juancarlista", matizando que aunque no cree en la monarquía, sí lo hacía en la figura de Juan Carlos I.

Castro sería una de las figuras con mayor protagonismo en otras ediciones. Por ejemplo en 1996, cuando en la convención celebrada en Viña del Mar (Chile) se intercambió la corbata con José María Aznar, con el que tenía una tensa relación política. Durante el intercambio, el entonces presidente de España le comentó a Castro que debía "estar tranquilo, ya que es una corbata, no una soga", para poco después afirmar desde un tono cómico que "se ha llevado una corbata de muy buena calidad".

El ex líder cubano también fue el protagonista en 1998, cuando protagonizó una extensa intervención en Oporto, lo que hizo que muchos dirigentes decidieran abandonar la sala. Al terminar, Castro se disculpó por la duración de su discurso y agredeció a aquellos que se quedaron hasta el el final.

Misma situación que se dio en 1999 en La Habana, pero con diferente protagonista. Esta vez fue el venezolano Hugo Chávez el que recitó un largo discurso que le hizo, entre otras cosas, ser proclamado como el heredero oficial de Fidel Castro.

Además, en la cumbre celebrada en Panamá en el año 2000, Castro retomó el protagonismo acusando al presidente de El Salvador, Francisco Flores, de que su país era utilizado como base para anticastristas acusados de terrorismo contra Cuba, dando lugar a una de las conferencias más agrias y tensas hasta el momento.

El foro celebrado en Lima al año siguiente, dejó otra de las frases para el recuerdo. En esta ocasión, la figura más mediática fue el expresidente de España José María Aznar, que saludó a su homólogo nicaragüense con un "hombre, gordo" que dio la vuelta al mundo.

Para 2004, el protagonista volvió a ser un español, aunque en este caso fue el Rey Emérito Juan Carlos I. Aquella edición tuvo lugar en Costa Rica, donde son comunes los seísmos. Se dio la casualidad de durante los días en los que se celebraba el foro, ocurrió uno cuando los mandatarios estaban en sus habitaciones del hotel.

El Rey, en un primer momento, pensó que se trataba de un tren que pasaba muy cerca del hotel, aunque en el segundo temblor se dio cuenta de que se trataba de algo más serio. La anécdota fue recogida por el presidente de Costa Rica, que la comentó en tono de humor a los medios de comunicación.

El momento más mediático

En 2007, Juan Carlos I fue de nuevo protagonista. De hecho, posiblemente haya protagonizado la frase más famosa y mediática de las Cumbres Iberoamericanas. Ocurrió en Santiago de Chile durante una intervención de José Luís Rodríguez Zapatero, que no paraba de ser interrumpido por el venezolano Hugo Chávez. Estos cortes contínuos terminaron con la paciencia del entonces rey de España, que le espetó a Chávez el conocido "¿por qué no te callas?".

Para 2011, los protagonistas empezaron a cambiar. En quella ocasión el foro se llevó a cabo en Asunción, la capital de Paraguay, y el actor principal fue el boliviano Evo Morales, reconocido fanático del fútbol. Morales, dejando correr por sus venas su sentimiento más forofero, le pidió al Rey Juan Carlos que la cita del año que viene, que sería en Cádiz, coincidiera con un Real Madrid – FC Barcelona, puesto que le gustaría disfrutar "del mejor partido del mundo".

La última anécdota a destacar es que Morales se tuvo que quedar con las ganas en la Cumbre de 2012, aunque al menos se llevó como recuerdo una camiseta del conjunto cadista. Por otro lado y como dato, Cádiz fue la tercera ciudad española en acoger el evento y la última hasta la fecha.