Más de un millón de cubanos que viven fuera de la isla podrán participar en el proceso de consulta popular del proyecto de la nueva Constitución, que ha sido publicado esta semana e incluye importantes cambios económicos y sociales, según ha informado este viernes el Gobierno.

"Se registrarán y se tendrán en cuenta por igual todas las opiniones" de los residentes en el exterior a la hora de introducir cambios en el proyecto constitucional, anunció en una rueda de prensa en La Habana el director de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior de la Cancillería de la isla, Ernesto Soberón.

Aunque el período de tres meses de consulta popular comenzará a mediados de agosto para los cubanos dentro de la isla, quienes viven en otros países podrán aportar sus sugerencias desde septiembre a través de internet. Para ello el Gobierno habilitará una sección en el portal Nación y Emigración (www.nacionyemigracion.cu) del Ministerio de Exteriores, donde ya está disponible el actual texto constitucional aprobado en el Parlamento para reemplazar al de la Carta Magna vigente, de 1976.

Aproximadamente 1,4 millones de cubanos viven fuera de la isla en un total de 120 países, la mayoría en Estados Unidos y España, según los registros de la Cancillería. Hasta ahora los residentes en el extranjero nunca han participado en el proceso de consulta popular de una constitución cubana, según ha apuntado el representante de La Habana, que ha destacado la importancia de incluirlos dada la "magnitud" de los cambios introducidos en el nuevo documento.

El proyecto de la nueva Constitución incluye el derecho a la propiedad privada, elimina el término "comunismo" y admite la importancia de la inversión extranjera, además de introducir las figuras de presidente de la República y primer ministro y abrir las puertas a los matrimonios entre personas del mismo sexo.

El texto, sin embargo, mantiene al Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) como "fuerza dirigente superior" y ratifica el sistema socialista en la isla. En este sentido, Soberón ha alentado a los cubanos en el exterior a "contribuir al desarrollo de una sociedad cubana socialista" y ha subrayado que de ellos solo "una minoría aboga por la destrucción de la Revolución y la restauración del capitalismo" en el país.

Mientras, dentro de la isla ya se han vendido más de 500.000 ejemplares de la nueva constitución en formato papel, según las cifras que ha adelantado el Gobierno, y se espera que vayan llegando propuestas y sugerencias de los ciudadanos para su debate. El texto definitivo será sometido a un referendo en el que la ciudadanía votará para aprobar finalmente y poner en vigor la nueva Constitución cubana.