La revolución que está llevando a cabo Donald Trump en la Casa Blanca no tiene límites. Los despidos del presidente se han convertido en una norma que solo se rompe cuando es el propio trabajador quien se marcha.

El último caso, sin ir más lejos, ha sido el candidato que tenía Trump en mente para ser el jefe de su gabinete, Nick Ayers. Pero el propio candidato se adelantó a los deseos del presidente y, a través de un mensaje en redes sociales, optó por autoexcluirse de la pugna por el puesto y anunció que abandonaría la Casa Blanca al acabar el año.

Como decimos, unos huyen y otros son despedidos por la mano firme del presidente con más despidos en la historia de Estados Unidos. Vamos a hacer un breve repaso de los despidos y bajas voluntarias más sonadas.

John Kelly

Precisamente hace varios días se supo que el jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly dejaría su puesto a final de año. De ahí el supuesto deseo por parte de Trump de que, Ayers, ocupase su cargo. El propio Trump fue el encargado de anunciarlo. Al parecer y según venían informando los medios norteamericanos, las relaciones entre el presidente y su jefe de gabinete estaban prácticamente rotas. Algunos medios, incluso, han llegado a publicar que ni se hablaban.

Steve Bannon

Steve Bannon fue una de las primeras bajas del presidente Trump. Fue el estratega del presidente en la campaña electoral que le llevo a la victoria. Pero pese a esto, estuvo cuestionado desde el inicio por su cercanía a pensamientos de ultraderecha. En las últimas fechas ha sido relacionado con Vox y con otros partidos de extrema derecha de Europa.

Jeff Sesions

Uno de los personajes más importantes. Jeff Sesions era el fiscal general y fue obligado a dimitir por el presidente. La situación entre Trump y Sessions era bastante tensa a consecuencia de la decisión del fiscal general de inhibirse de la investigación de la trama rusa por sus contactos con Moscú. Este paso precedió al nombramiento del fiscal especial Robert Mueller para que investigara de forma independiente la supuesta coordinación entre la campaña del presidente y el Kremlin en los comicios de 2016.

Rex Tillerson

En esta ocasión, el presidente de Estados Unidos, utilizó un despido abrupto. Rex Tillerson fue expulsado para sustituirle por el director de la CIA, Mike Pompeo. El objetivo final de Trump era rodearse de aliados incondicionales. Después de casi un año de tensiones con el titular de Exteriores, Trump lo despidió de forma fulminante y sin aviso previo.

Sean Spicer

Sean Spicer renunció a su puesto de secretario de prensa de la Casa Blanca tras 183 días en el puesto. Las dimisión vino a raíz de indicarle al presidente su desacuerdo con la designación del banquero de Nueva York Anthony Scaramucci como nuevo director de comunicaciones.

Nikki Haley

Muy diferente fue la despedida de Nikki Haley, que abandono su labor como embajadora de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas. Con ella no hubo polémicas y fue tratada de una manera muy distinta a otros representantes salientes. ¿El problema? Que el anuncio de la despedida de Haley fue una auténtica sorpresa. Nada ni nadie presagiaba que la embajadora iba dejar su cargo. Esta decisión sorpresa se une a la lista de abandonos, en este caso, de los más afines al presidente.

James Comey

Pero para polémica, el despido del director del FBI, James Comey, mientras estaba inmerso en la investigación de unos posibles contactos entre la campaña de Trump y la inteligencia rusa para interferir en las elecciones americanas. Y por si fuera poco, nada más ser despedido, Comey manifestó su desconfianza en el presidente en una comparecencia muy recordada.