Los italianos se han sumado este sábado a las miles de personas que han salido a la calle en países como Australia y Francia para protestar contra las nuevas medidas de restricción impuestas por sus respectivos gobiernos ante el repunte de casos de coronavirus.

En Roma, la capital de Italia, unas 3.000 personas se han reunido para protestar contra las medidas sanitarias del Gobierno del primer ministro, Mario Draghi, y han criticado el llamado 'permiso verde', según informaciones de la agencia de noticias ANSA.

Las manifestaciones se han extendido, además, a otras ciudades como Milán, Turín y Nápoles, donde se han registrado marchas contra el recrudecimiento de las medidas, cuyo objetivo es frenar el avance del coronavirus con restricciones que afectan principalmente a las actividades en interiores.

Desde el 6 de agosto será necesario en Italia contar con la pauta completa de vacunación o un test con resultado negativo para acceder al interior de bares y restaurantes o de museos, gimnasios y piscinas, entre otros.

Draghi ha insistido en que estas decisiones no se toman de forma arbitraria y ha matizado que la reapertura del país requiere del uso continuado del 'permiso verde'. Tras el anuncio del Gobierno, el número de personas que han solicitado cita para vacunarse ha aumentado, según datos del Ministerio de Sanidad.

Las protestas en Francia

Miles de personas han salido a la calle también en Francia para protestar contra las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno del presidente, Emmanuel Macron, contra la pandemia de coronavirus. Las marchas, que han tenido lugar en las principales ciudades del país, como París, Marsella, Lyon, Montpellier, Nantes y Rennes, entre otras, han sido convocadas después de que el Ejecutivo impusiera la vacunación de todos los trabajadores sanitarios y el uso de un certificado sanitario para la realización de determinadas actividades.

La Policía estima que más de 100.000 personas se han sumado a las manifestaciones a pesar del riesgo que supone de contagiarse de covid-19. En París, la capital, se han registrado enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, lo que ha llevado a los agentes a hacer uso de gases lacrimógenos contra los manifestantes en varios puntos de la ciudad.