Roehl Ribaya, un hombre de 47 años del Reino Unido, ha fallecido después de lidiar durante meses con el coronavirus, que lo mantuvo durante 60 días en la UCI durante el pasado verano.

Ribaya, ingeniero de profesión, fue ingresado en el Blackpool Victoria Hospital el 29 de mayo, con síntomas de coronavirus. Allí pasó 48 días enchufado a un ventilador para poder respirar, hasta que salió de la UCI a finales de julio, aplaudido por los médicos y enfermeras del centro. El 14 de agosto fue dado de alta y abandonó el hospital, para alegría de sus familiares y amigos.

Pero el calvario de Ribaya apenas acababa de comenzar. Según ha explicado su mujer, Stella Ricio-Ribaya, a la BBC: "Nunca volvió a ser el mismo. Estaba sin respiración todo el rato".

Roehl Ribaya se pasó meses entrando y saliendo del hospital por los diversos problemas derivados de su enfermedad y de su larga estancia en la UCI: "Era covid largo. Su respiración nunca volvió a ser la misma y era incapaz de subir las escaleras".

El pasado 13 de octubre, Ribaya sufrió un ataque al corazón y cayó en coma, perdiendo la vida dos días después. Su mujer cree que "se marchó demasiado pronto" y pide a la gente que sea prudente: "No queremos que haya más muertes".

Tras su muerte, los doctores confirmaron que además de los problemas circulatorios que acabaron con su vida en última instancia, Ribaya padecía una fibrosis pulmonar derivada de su enfermedad.

Los trabajadores del hospital recuerdan al fallecido como "el alma de la fiesta. Muy gracioso, siempre estaba bromeando". "Los trabajadores del Hospital Victoria de Blackpool le tenían mucho aprecio".