Stefano Brigato, el propietario de una antigua panadería situada en el pueblo de Reschigliano di Campodarseco, cerca de Padua, no encuentra quien quiera trabajar por la noche en su negocio.

Según publica el periódico regional Il Gazzettino de Padua, da igual que ofrezca 1.400 euros al mes. Los interesados se echan atrás cuando descubren que tienen que estar disponibles para trabajar por la noche.

Junto a su cuñado Guglielmo Peruzzo intenta sacar adelante una panadería gestionada por la familia desde hace 35 años.

Desde hace meses en la puerta de la tienda han colgado un cartel en el que anuncian que se busca un aprendiz de panadero, pero hasta ahora la oferta no ha tenido éxito. Además, ofrecen un contrato de trabajo fijo y el sueldo es alto en comparación con el sueldo de trabajos similares en el mismo pueblo.

Hasta la panadería llegan muchos currículums, pero durante la entrevista de trabajo cuando se enteran de que hay que estar disponible para trabajar por la noche, aunque la retribución se mejora en el 50% todos se rajan. Stefano se lamenta de que los jóvenes no están dispuestos a “sufrir” los horarios característicos de una panadería. Comienzan a trabajar a las 02.00 de la madrugada hasta las 9 de la mañana.

Por si alguno está interesado, Stefano aclara que la panadería está mecanizada y el trabajo ya no es tan complicado como en otras épocas.