La descoordinación y falta de liderazgo del Gobierno en la crisis migratoria de Canarias, corre el riesgo de provocar un conflicto con Marruecos, al pedir Unidas Podemos un referéndum de autodeterminación en la antigua colonia española del Sahara Occidental. La tensión se ha disparado en la zona con la ruptura del alto el fuego decretada por el Frente Polisario, y en esta peligrosa escalada juega su papel la oleada de emigrantes marroquíes en Canarias, que no llega a entenderse sin el apoyo político que presta Pablo Iglesias al Frente Polisario, como si no formara parte del Gobierno.

De hecho, España ha mantenido una prudente distancia del conflicto sahariano al tomar las riendas del mismo las Naciones Unidas. Marruecos, de hecho, se ha apropiado de la antigua colonia española, incluyéndola en su soberanía nacional como una provincia más. Con una eficaz labor diplomática ha conseguido que su plan de conceder una amplia autonomía al territorio haya ganado muchos adeptos dentro y fuera de África. La iniciativa de Podemos, como parte del Gobierno, de reclamar un referéndum, supone jugar con fuego en un asunto vital para la política interior y exterior de nuestro vecino país, que nunca ha abandonado sus reivindicaciones sobre Ceuta y Melilla. Difícil lo tendrá el ministro Marlaska en su anunciada visita a Rabat, a donde llega demasiado tarde.