El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, junto con el obispo secretario, César García Magán, mantuvieron ayer por la tarde la primera reunión oficial con el ministro responsable de las Relaciones entre la Iglesia y el Estado, Félix Bolaños, y su equipo. El encuentro se desarrolló “en un ambiente de cordialidad”, según ha manifestado la CEE en un comunicado. Durante la conversación se abordaron algunos aspectos fundamentales de las relaciones entre la Iglesia católica y las instituciones públicas.

Reiteradas veces, el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal ha expresado la voluntad de la Iglesia de colaborar con el Gobierno desde la independencia, la libertad crítica y la lealtad institucional en todos los aspectos que conforman el bien común de la sociedad. Estamos en un momento de profunda mutación social y cultural que afecta al tejido de la convivencia, y en ese contexto la Iglesia parte siempre de la apuesta por la dignidad de la persona y su desarrollo integral, alejada de luchas partidistas y de sectarismos ideológicos.

La Iglesia no es un actor político, sino una comunidad de vida y de verdad a la que nada de lo que pase en España le es ajeno. Como señaló monseñor Luis Argüello en el inicio de su ministerio como arzobispo de Valladolid, la afirmación cristiana “integra lo privado y lo público, el clamor de la tierra y el grito de los pobres, el Mercado, el Estado y el Don, en una propuesta de amistad cívica y de fraternidad”. Así quiere contribuir la Iglesia a construir nuestra ciudad común.