El Fondo Monetario Internacional ha convertido en agua de borrajas los efectos de la propaganda de Pedro Sánchez con su plan de recuperación de nuestra economía. España se convertirá en la peor economía este año debido a los rebrotes del virus y la carencia de un proyecto de gestión de la crisis y de activación de la actividad económica. El FMI considera que la caída del PIB español alcanzará un 12,8%, un punto más que la previsión que hizo el Gobierno la pasada semana. El Fondo revisa al alza el crecimiento de las economías que van a recibir los fondos europeos el año próximo, pero esta tendencia se ralentiza en el caso de nuestro país.

El Gobierno de Sánchez está utilizando unas previsiones demasiado optimistas, que no coinciden con las del FMI, pero el horizonte se agrava por el hecho de que la llegada del dinero de Europa sigue en el aire, y se demora como pronto hasta el próximo verano. El retraso en la llegada de los fondos europeos obligará al Gobierno a elevar la deuda pública, con los nefastos efectos que eso tendrá para nuestra economía. Hay otros factores que ponen en entredicho la recuperación en 2021: los desequilibrios económicos y sociales provocados por el aumento del paro, y el deterioro del sector exportador, agravado por el aviso de nuevos aranceles a las exportaciones a Estados Unidos.