19 DE JUNIO
El mal negocio de la eutanasia
La solución a los problemas de los enfermos terminales y crónicos pasa por la buena medicina
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Actualizado 19:05
Si se cumplen las previsiones de la agenda política de Sánchez, una de las primeras medidas será la despenalización de la eutanasia, una práctica que plantea graves problemas médicos y morales. En este contexto la Fundación Villacisneros, ejemplo de cómo la sociedad tiene una voz ante los problemas del presente, ha organizado una mesa redonda con destacados especialistas en medicina paliativa. Una respuesta a la artificial argumentación de una propuesta que no tiene en cuenta aspectos esenciales del progreso de la medicina en cuidados paliativos, la lucha contra el dolor y la cultura del acompañamiento.
Para el doctor Carlos Centeno, de la Clínica Universitaria de Navarra, cada año fallecen en España 228.00 personas que hubieran necesitado cuidados paliativos. La solución a los problemas de los enfermos terminales y crónicos pasa por la buena medicina, por mejorar sus condiciones de vida y por una propuesta de sentido encarnada en un verdadero acompañamiento.
La despenalización de la eutanasia introduce a la práctica médica en una pendiente que, como se está demostrando en países como Bélgica y Holanda, conduce a la pérdida de confianza de los pacientes en sus médicos. La eutanasia supone, además, una discriminación de hecho, porque desprecia ciertas vidas según sea su estado de salud y acepta que la vida de una parte de la población no tiene el derecho a ser protegida. Como dijo uno de los ponentes, la eutanasia puede ser “un buen negocio” para el Estado, pero es un mal negocio para la cultura de la vida y para el futuro de las sociedades.
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