La mesa bilateral entre Gobierno y Generalitat abre un inquietante proceso, por mucho que se asegure que los posibles acuerdos se formularán en el marco de la “seguridad jurídica”. Sánchez busca soluciones imaginativas, pero los independentistas no esconden que su objetivo es la autodeterminación y la amnistía, lo cual choca frontalmente con la única seguridad jurídica posible, la que proporciona la Constitución, que no se menciona en el comunicado tras la reunión de ayer.

El mismo día en que daba su primer paso la mesa de negociación sobre Cataluña, se constituía en Madrid una plataforma cívica con el nombre de “Unión 78”, con el objetivo de movilizar a los españoles en defensa del sistema constitucional. La integran numerosas personalidades de la vida social y cultural al margen de etiquetas políticas, y se inspira en el espíritu de aquél “¡Basta ya!” que dio como fruto el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo que firmaron el PP y el PSOE. La formación de esta plataforma ha sido la antesala del I Congreso de la Sociedad Civil que se abre hoy en Madrid con un interesante debate entre los expresidentes Felipe González y Jose María Aznar, al que seguirán otros de gran calado dentro de un proyecto de “Repensar España”. La sociedad civil debe asumir su protagonismo en un momento crucial, más aún cuando el Gobierno abandona su responsabilidad de custodiar el fundamento de nuestra convivencia.