22 DE OCTUBRE
Un misionero ejemplar
El Padre Arnáiz fue un jesuita que se desvivió particularmente por los más desfavorecidos
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Actualizado 06:16
En el fin de semana en el que la Iglesia ha celebrado el DOMUND, ha sido beatificado en Málaga el Padre Tiburcio Arnáiz, un jesuita que se desvivió particularmente por los más desfavorecidos y que en palabras del Cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de los Santos, dio testimonio cristiano hasta el heroismo y supo impregnar el ambiente en el que vivió, contribuyendo de manera ejemplar a la misión de la Iglesia.
El Padre Arnáiz, nacido en Valladolid en 1865, desarrolló buena parte de su ministerio pastoral en Málaga, con especial dedicación a las zonas rurales, a la predicación, la confesión, el acompañamiento espiritual y a la atención de los últimos, en lugares como asilos, hospitales y cárceles. Fue cofundador de las Misioneras de las Doctrinas Rurales y cuantos le conocieron destacaban de él la entrega sin descanso y sin reservas a la misión, fruto de una vida espiritual intensa que encontraba su culmen en la oración y en la Eucaristía.
Málaga lo ha sabido reconocer este fin de semana durante los actos de su beatificación, de la misma manera que se echó a la calle en 1926 cuando falleció para reconocer la verdad y el ejemplo de su vida, gastada hasta el último aliento por los demás al servicio del Evangelio.
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